Sin corazón

¿Bestias, locos, psicópatas, machistas, misóginos, canallas, sinvergüenzas? ¿Son todo eso o más? Cuando la sexualidad se banaliza y se convierte en algo normal, todas las cosas normales pierden su sentido, y aquella lo impregna todo de tal manera que todo es sexo y lo que no lo es, también. ¿Se han fijado en los spots de televisión? Hasta para anunciar un detergente, se usa el «reclamo» del sexo o del erotismo para vender un producto. Quizá, al considerar el pudor, la honestidad, la decencia... como «valores» católicos, estos tengan actualmente mala prensa y estén en desuso. Empero, el ser humano sin unas defensas psicológicas que le protejan queda a merced de los depredadores de opinión que les llevan por mal camino, uno que les aleja de una psique sana que les permitirá tener relaciones sanas. Si perdemos el contacto con el alma, y echamos de nuestra vida a la compasión, a la bondad, a la sinceridad... seremos incapaces de ponernos en el lugar del otro, y le usaremos como si fuese un «objeto» de usar y tirar. Actualmente, muchas de las relaciones entre hombres y mujeres son de estilo «putiferio» (lo opuesto a una sexualidad sana), en la que la única diferencia con la prostitución es que no media dinero. Empero, muchas mujeres, lamentablemente se sienten usadas emocionalmente. La sociedad sigue siendo machista, quizás más de lo que lo era hace cien años. Se ha perdido el respeto por la mujer, por la familia, por la pareja. Hemos perdido el respeto por nosotros mismos. Hay un exceso de libertinaje, de falta de respeto del otro en los massmedia. Indirectamente se fomentan conductas del tipo de estos salvajes (presuntos violadores, ya que aún no han sido juzgados, aunque la violación si fue real). Malnacidos, es la palabra que mejor les define. Ahora bien, ¿qué piensan ellos de sus madres? ¿Las tratan con ese desprecio humillante? Lo que sí sé es que andan fatal de inteligencia emocional, y no digamos de la espiritual.