Ely del Valle

Soluciones ya, por favor

La Razón
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A medida que nos vamos acercando al 1 de octubre, el asunto catalán se va poniendo más peliagudo, no tanto porque no haya mecanismos para frenar el referéndum como por la firme decisión de Puigdemont y los suyos de declararse abiertamente en rebeldía frente a las leyes y la democracia en lo que ya no se puede denominar más que de golpe de Estado. Nadie sabe exactamente qué va a pasar el día de autos, pero sea lo que sea, no va a ser bueno. La fractura social y política que los independentistas han provocado en Cataluña con su siembra de cizaña y de mentiras no se va a curar tan fácilmente, por lo que, tras aplicar la escayola de la ley, habrá que pensar en medidas que vayan más allá de lo que se ha venido haciendo hasta ahora. Una de las cuestiones que deberíamos plantearnos de una vez por todas es si no habría que prohibir que se presentasen a las elecciones partidos que lleven en su programa electoral propuestas que atenten contra la legalidad vigente. Que un país tenga manga ancha con aquéllos cuyo propósito es incumplir las leyes y cometer uno o varios delitos anunciados es simple y llanamente una barbaridad cuyas consecuencias están a la vista. Nuestra ley electoral tiene muchos agujeros que habría que resolver, y este es uno tan obvio que es incomprensible que se mantenga. Ahora ya vamos tarde. ¿Aprenderemos a evitar situaciones semejantes en el futuro sin dejarnos arrastrar por el buenismo, la tolerancia mal entendida o la comodidad de dilatar las soluciones incómodas hasta que se convierten en problemones? Probablemente no, pero deberíamos. O se agarra de una vez por todas el toro por los cuernos o tarde o temprano llegará una cornada para la que no tendremos tiritas suficientes.