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Suspense

La Razón
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Día de derbi, víspera de declaraciones; dudas metafísicas más o menos resueltas; picante para un partido atractivo donde los haya, ahora que sobra aquella desagradable e ignominiosa pancarta de los Ultrasur que aludía a la falta de dignidad del Atlético. Hoy, los encuentros entre los eternos rivales se acercan con signo incierto. No hay un pronóstico claro ni siquiera en la final de la Liga de Campeones –aunque el Real Madrid haya ganado las dos– y en esta ocasión las necesidades apremian a ambos. El que pierda se quedará a 11 puntos del Barcelona, si es que vuelve Butarque patas arriba. Tampoco el empate es el mal menor, aunque lo parezca.

Ni el Atlético ni el Madrid hacen felices a sus respectivas aficiones con el fútbol que despliegan, ralo y aburrido, en el caso del primero, y sólo un poco más interesante en lo que al segundo respecta. Y en ambos casos, preocupante sequía goleadora, como si le hicieran la competencia a este noviembre seco de preocupar, presas al mínimo, caudales desaparecidos y el verde, más allá de los Pirineos. Así que a falta de goles, charlas de barbería para animar el cotarro balompédico.

En el Atlético de Madrid las ocurrencias de obligan a a manifestar que en este club si alguien no está a gusto ya sabe dónde tiene la puerta. Pero matiza que no cree que sea el caso del francés. Por si acaso, , que después del partido contra el Deportivo no veía a ningún futbolista que marcará la diferencia en su plantilla, ahora rectifica y dice que cumple el perfil desequilibrante. En el Madrid, hubo un rifirrafe entre y que no ha desmentido: «Ya está arreglado». Luego hubo desarreglo según denuncia de la canallesca. Pero hoy, lo importante, el derbi del suspense.