César Lumbreras

Tejerina, en Marruecos

La Razón
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La ministra de Agricultura viaja hoy a Marruecos para entrevistarse con su colega de este país. No es una visita más porque se trata del primer encuentro que mantienen ambos después de que el marroquí haya sido confirmado en su puesto hace pocos días y, además, haya visto ampliadas sus competencias de forma significativa. Por si esto fuera poco, es una de las personas de confianza del rey Mohamed VI.

En el capítulo de las relaciones bilaterales no hay contenciosos importantes en estos momentos. Sin embargo, no sucede lo mismo con las relaciones entre Marruecos y la Unión Europea, que se han deteriorado en los últimos días tras una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE por la que se anulaba parte del capítulo agrícola del Acuerdo de Asociación vigente entre las dos partes. El punto más conflictivo radica en las exportaciones agrícolas al mercado comunitario procedentes del antiguo Sahara español, que no pueden gozar de los beneficios del citado acuerdo.

Las autoridades del vecino país buscan el apoyo de los diferentes estados miembros para solucionar el problema. Además, está por llegar durante los próximos meses otra sentencia, que podría ser similar, para los productos de la pesca procedentes de esa misma zona, lo que complicará aún más la situación. Es necesario contemplar las relaciones entre Rabat y Bruselas desde un punto de vista global y tener en cuenta que este asunto es clave para Mohamed VI porque afecta a la soberanía de Marruecos. En este contexto, España es probablemente el país que tiene más que perder con un deterioro de esas relaciones porque somos la frontera. Por ello, y aunque pueda no gustarnos, no está de más mantener un contacto fluido con nuestros vecinos del sur.