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F.C. Barcelona

Una lápida

La Razón
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En «Los jueves, milagro», Berlanga pensó que Pepe Isbert se parecía a San Dimas y organizó una aparición mariana para revitalizar la alicaída economía de Fontecilla. Luis Enrique nunca dejó de creer en las posibilidades del Barça y tras el fenómeno de san Aytekin frente al PSG supuso que podía repetirse el prodigio con san Kuipers. Pues no. Una escuadra italiana con una ventaja de 3-0 es un grupo de «ragazzi» curtido en las calderas del infierno; o sea, la Juventus. Defensa perra, centro del campo avieso y pescadores de primer nivel en la delantera, aunque de Higuaín apenas hubo noticias. Conclusión, este miércoles no hubo milagro.

Más nervios que precisión, más ansiedad que inspiración, más voluntad que magia en Messi, y Piqué, en la desesperación, intentando emular al ariete sin volver la vista atrás, hacia Dybala o el bala de Cuadrado. El Barça sucumbía porque la losa de Turín fue una lápida. Buffon no hizo ni una parada (0-0).

Pasó el mejor y el que mejor aprovechó sus oportunidades. Nada que objetar a la clasificación de esta «Vieja Dama» que con Allegri en el banquillo se ha hecho un lifting que puede coronarla «Miss Europa»... Con permiso del Atlético, del Madrid y del otro sorprendente y serio semifinalista, el Mónaco.