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Wanda, ego, extremismo

La Razón
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L18 Wanda

Manda el dinero y mandan la tecnología y la terminología del siglo XXI: «guasap», selfie, móviles, smartphones...

–Ser analfabeto en el siglo XXI no es ya no saber leer ni escribir, sino no saber inglés e ignorar las tecnologías (ordenadores y todos esos inventos) que nos gobiernan, luego a más tecnologías más paro.

Así de concluyente, en la televisión, ha sido un tertuliano con arrugas y canas. Viejo. La modernidad más o menos vanguardista y la senectud atascada se llevan, más bien, como matrimonio mal avenido.

Wanda Metropolitano. Nostalgia del pasado y Wanda, sinónimo del muy vil y vivificador dinero. En fin: el nuevo estadio, querido Enrique Cerezo, precioso. Un atlético:

–Aquí, con este «nuevo traje», seremos todavía más atléticos.

Lo que quiere –y exige– y piensa Simeone:

–El fútbol es la alegría del gol y el gozo del público.

M19 Ego

Ego o egoísmo, tanto monta. En el Barça, el Gandhi del ego silente y asociador es Messi. Y Neymar respetaba rendidamente, sin celos, a ese formidable Gandhi del fútbol que es Messi.

–Aprendo constantemente de él –decía Neymar.

Al PSG, sin embargo, Neymar llegó –o eso creyó– como Gandhi. «Aquí el Gandhi del balón voy a ser yo», pensó. Tiro por la culata. No contaba con el ego de Cavani. ¿Qué es el ego? Culto exacerbado a uno mismo, «como yo no hay nadie». ¿ Qué es el ego, repito? Puskas, que era muy inteligente, me lo explicó así:

-Soy mayor que Alfredo (DiStefano), Alfredo en el Real Madrid y en el fútbol es un dios; yo, pues, en lugar de intentar competir con él, le rezo. «Sí, Alfredo, lo que tu digas». Somos felices yo y mi ego.

En el Barça, Neymar, era el Puskas de Messi, y le iba de miel y caviar. Vivir también es saber saber gobernar el ego.

X20 Póquer

Otro póquer de Messi. Rey de reyes. JoséLuisMendilíbar, entrenador del Eibar, huye de la demagogia de las disculpas. Claro, rendido, elegante: «El Barça es el Barça, pero sobre todo es Messi. Jamás protesta y además juega siempre bien».

Colea lo de ConchitaMartínez, a la que la Federación Española de Tenis ha echado agradeciéndole «sus buenos servicios prestados». ¿Por qué –es la pregunta– prescinde de quien ha prestado sus servicios con solvencia y la anuencia, al parecer, de los jugadores (comento lo que leo). ¿Cuál es la verdadera razón de su defenestración? Conchita, en un comunicado explícito, ha explayado su dolor, el dolor de lo que, obviamente, no esperaba. ¿Por qué no matiza también su decisión la Federación? Conchita es oro histórico del tenis español e internacional.

J21 Extremismo

¿Es extremista el español? Cavilo sobre ello a veces. En el mes de agosto, el Real Madrid era maravilloso. Mucho más maravilloso que el Barcelona, al que humilló en la confrontación de la Supercopa. «Qué equipazo tiene el Real Madrid, y qué formidables son sus canteranos», se escribía, se comentaba. El Barça, en cambio, tenía encolerizada a su afición por la paliza del Real Madrid y, a continuación, el súbito e impensado adiós de Neymar. «¡Bartoméu, dimite!», clamaba la masa blaugrana en el Camp Nou. Septiembre: el maravilloso Real Madrid, en su estadio, empata sin CR7 y pierde con CR7: increíble. Y en la clasificación de la Liga, a siete puntos del Barça, en el puesto séptimo: increíble también. ¿Qué ha pasado? ZZ, mirada azul y serena: «Saldremos de ésta». Como no soy crítico extremista (pura experiencia), creo, en efecto, que el Real Madrid no era tan maravilloso en agosto ni es ahora tan infausto. Al tiempo. Si la demagogia (PabloIglesias) es la artrosis de la democracia, el extremismo es el vicio de muchos críticos . «Ser duro críticamente no es ser buen crítico».

V22 Diego

El futbolista, entre otras cosas, es talento y estilo, y fe y gónada. DiegoCosta aglomera todo eso en su estilo, en su manera de ser y estar. Estilo y manera o maneras. Las maneras de Diego Costa no son como las maneras de un caballero inglés.

–Le gusta la bronca, armarla, y eso es antiestético en un caballero del deporte.

Conte, el Simeone dandi del Chelsea, lo ha arrinconado por eso. Creo. Y por eso, previo pago de un montón de millones (leo que 55 más variantes), en plan hijo pródigo nada dandi, retorna el al Atlético. España no es tan victoriana como la puritana Albión.

A partir de enero, pues, el Atlético alineará al fosco y denodado Diego Costa, junto al exquisito y leve –lo es- Griezmann. Suerte.