César Lumbreras

¿Y Cataluña?

Y de Cataluña, ¿qué? No es la primera vez que escribo sobre la importancia de estas elecciones en esa Comunidad Autónoma. Me planteo dos preguntas: cuántos ayuntamientos quedarán en manos de los independentistas y qué harán estas formaciones políticas al día siguiente de tener claros los resultados. Dependiendo de estos últimos la cuestión catalana irá a más o a menos. Buenos conocedores de la realidad en esta Comunidad, me advierten de la posibilidad de que tres de cada cuatro municipios terminen en manos de opciones políticas que defienden la independencia. Me insisten en que, al igual que España es más que Madrid, Cataluña es más que Barcelona, por mucho peso que tenga en todos los ámbitos la capital. Por eso es necesario mirar más allá de las fronteras de esta última, y, allí, en el interior, las formaciones independentistas han hecho mucha labor de zapa y control en los últimos años, por lo que es previsible que obtengan buenos resultados. Es una de las grandes incógnitas de la cita con las urnas de mañana, aunque la cuestión catalana haya bajado de intensidad durante los últimos meses. Las otras incógnitas se refieren al grado de participación, al apoyo que obtengan las dos formaciones que han sido la espina dorsal del bipartidismo en España, el PP y el PSOE, y a la fuerza que adquieran los grupos emergentes como Ciudadanos y Podemos. En el caso de estos dos últimos interrogantes, puede haber sorpresas en uno y otro sentido, a la vista del alto número de votantes que decían estar indecisos, cuando eran encuestados. Evidentemente ninguna elección es igual a la anterior, pero en el caso que nos ocupa todo apunta a un cambio de ciclo, en mayor o menor medida, eso ya se verá.