María José Navarro

Yo..

La Razón
La RazónLa Razón

No sé si les he dicho que soy la mejor del mundo. Quizá no sea novedad y Vds ya lo sepan porque seguramente ya me habrán escuchado decirlo. Primero de todo es que soy bellísima, soy la más bella del universo. Yo me miro al espejo y me erotizo a mí misma. Me gusta quitarme la camiseta y poner los bracitos así, como si fuera una jarrita y gritar uhhhh. Me hago yo misma muchísima gracia. Lo de los brazos en jarrita es para asustar a mis rivales, sobre todo si son modestos y para enseñar lo tochísima que estoy y el cuerpazo que poseo después de pasarme unas horas subiendo pesas mirándome en el cristal y haciéndome fotos a mí misma para colgarlas en redes con cara de museo de cera de pueblo. Además de bellísima tengo la suerte de ser la mejor del mundo. Bueno, no es mérito de la suerte, tampoco vayamos a alabar a la suerte porque no es la fortuna la causante de que esté pa comerme, es que me lo he currado yo porque cuando me pongo con algo me salgo del mapa. Estoy ahora a ver si me ponen un busto en la pista civil de la Base Aérea de Los Llanos en Albacete y creo que puede que hasta me construyan un museo sobre mi figura. Me lo merezco, no sé si lo he dicho. Me merezco eso y todo lo bueno que me pase porque estoy haciendo historia en la bolica del mundo. Estas cosas las digo delante de mis compañeros de trabajo y ni me pongo colorada ni nada. No están mal mis compañeros, ojo, pero vamos, que si no fuera por mí no se comían un Bony los muy mediocres. Soy la mejor de la historia. No hay otra profesional más completa que yo. Respeto las preferencias de todos pero no veo a nadie mejor que yo. Nadie hace cosas que yo misma no pueda hacer pero veo que hago cosas que otros no pueden hacer. No hay una profesional más completa que yo. Soy la mejor de la historia tanto en los buenos como en los malos momentos. La gente puede preferir a otros pero nadie es más completa que yo. Pasaré a la historia. Ahora me los imagino a Vds poniendo caritas raras y pasando un poco de vergüenza ajena. Menos mal que Cristiano Ronaldo me entiende.