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El caos por el temporal puede y debe evitarse

La Razón
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Que miles de personas quedaran atrapadas a bordo de sus vehículos durante 20 horas en las carreteras del centro del país por causa del temporal de nieve provocó una comprensible indignación en la opinión pública. Cuesta explicar y entender ese desamparo en medio de la noche y bajo condiciones climatológicas muy adversas como una consecuencia irremediable de una ola de frío polar. Los testimonios de los afectados coinciden en que los servicios de emergencia no se hicieron presentes durante horas. Por lo visto, desde los quitanieves a los vehículos de asistencia y socorro quedaron también bloqueados en el desbarajuste y sólo la llegada de los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias permitió aliviar la situación a costa de «liberar» coche a coche. No puede haber una sola razón que explique el colapso ni un solo culpable. Unicamente una concatenación de factores debió propiciarlo. El Gobierno tiene que abrir una investigación sobre lo acontecido, depurar responsabilidades si fueran exigibles y dar explicaciones en el Parlamento. La oposición las demandó ayer. Es lógico. No lo es que se practique la demagogia barata con la noche aciaga de cientos de familias como hizo Pablo Iglesias en un tuit en el que mezcló al Rey, la bandera, la corrupción y la nevada. Lamentable. Caos como el sufrido nos obliga a todos –administración, empresas concesionarias, conductores y emergencias– a una reflexión sobre los errores cometidos y a revisar los protocolos de actuación, información y prevención. Se trata de estar preparados desde el convencimiento de que el caos puede evitarse.