Cataluña

El PSOE debe apoyar un acuerdo en las cortes por la unidad de España

La Razón
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La formación del Congreso supone que el máximo garante del Estado de Derecho está en activo, que no hay posibilidades de que se altere el orden constitucional y que los que soñaban con un vacío de poder deberán aceptar que era sólo un deseo mezquino e imposible. Durante la elección de la Mesa y del presidente de las Cortes, se vivió un espectáculo que definió con mucha claridad el infantilismo de la «nueva política» representada por Podemos, más ocupada en la propaganda y el espectáculo televisivo que en el hecho de que sus «líneas rojas» se hayan convertido en un obstáculo, incluso para ellos mismos. Puro inmovilismo. Digamos que la hora del recreo ya ha terminado y ahora hay que hacer política de verdad, si es posible. Las negociaciones para formar Gobierno están abiertas y las opciones quedarán claramente visualizadas una vez se ha producido la audiencia del Rey al presidente de las Cortes, Patxi López, y sea el turno de la fuerza más votada, el Partido Popular y su candidato, Mariano Rajoy, que puede anticipar que sólo contará con el apoyo de los partidos constitucionalistas. La segunda opción corresponde al PSOE. En ese caso podemos asistir a un ejercicio de prestidigitación si quieren sumar a Podemos, nacionalistas e independentistas. En este sentido, la iniciativa de Ciudadanos de presentar una proposición no de ley «por la democracia, por la igualdad y por la unión de todos los españoles» es oportuna. Puede entenderse como un mero acto simbólico, lo que tampoco sería inapropiado como inicio de legislatura en un momento en que el independentismo, utilizando deslealmente la Generalitat, ha planteado la independencia de Cataluña en un plazo de 18 meses, algo que debería reforzar la idea de que España necesita un Gobierno fuerte. Sin embargo, la propuesta de Albert Rivera quiere forzar la posición del PSOE que, aunque se manifiesta inequívocamente a favor de la unidad territorial de España, mira con su ojo izquierdo posibles acuerdos con Pablo Iglesias. Hay que estar muy atentos a los últimos movimientos de los socialistas: por un lado, ERC tendrá grupo parlamentario propio en el Senado con ayuda del PSOE, que le va a prestar a los dos senadores que le faltan; por otro lado, Pedro Sánchez ha confirmado su intención de mantener un encuentro con el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, sin tener en cuenta que la iniciativa en este asunto la debe tener Mariano Rajoy. Es decir, el PSOE está buscando apoyos para ofrecer su candidatura. Hace unos días, Pedro Sánchez condicionó su apoyo a esta proposición no de ley al contenido del texto, lo que no debería ser un motivo para no dar su voto. El documento dice que para defender la Constitución española y la integridad de la soberanía nacional, el Congreso de los Diputados se compromete a poner en marcha «todas la iniciativas que el Estado de Derecho permita para frenar cualquier acción de cualquier gobierno autonómico u otras instituciones del Estado que pretendan subvertir el orden constitucional». En su segundo punto, «insta al Gobierno en funciones a que vele por el respeto íntegro de nuestro ordenamiento democrático». Son dos principios básicos que los socialistas deben votar, pero su búsqueda desenfrenada del voto independentista los puede llevar a posiciones nada deseables: todo indica que Podemos votará en contra o buscará una fórmula más sibilina o teatral, ya que la jornada de constitución de las Cortes demostró que disponen de muchos recursos actorales.