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Es la hora de crecer

La Razón
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El Consejo de Ministros aprobó ayer el Programa de Estabilidad 2015-2018, que será el último informe macroeconómico que remitirá el Gobierno en esta legislatura a la Unión Europea. Puede decirse que en este documento se va a concretar la «hora de la verdad» de la política económica puesta en marcha por Mariano Rajoy y que, a juzgar por las cifras, está dando resultados. El objetivo es conseguir que el Gobierno del PP termine su mandato con unos datos económicos mejores que los que heredó, y todo indica que será así. Los datos confirman que la política reformista emprendida está dando resultados. Sin datos definitivos sería prematuro hablar de que la Encuesta de Población Activa (EPA) de final de año mejorará las cifras de paro del último trimestre de 2011, pero el crecimiento del PIB indica que pueden mejorarse y que se han generado las condiciones adecuadas para la creación de empleo. De hecho, la tasa de paro se reducirá al 15,6% en 2018, si se confirman las previsiones del Gobierno. El nuevo cuadro macroeconómico previsto por el Ministerio de Economía anuncia una subida del PIB del 2,9% en 2015, cinco décimas más que lo que el propio Ejecutivo había calculado meses antes. Así se hace constar en el informe presentado ante Bruselas, que prevé este nivel de crecimiento por lo menos para los próximos cuatro años. ¿Hay motivos fundados para el optimismo? Los estudios económicos no son dados a utilizar la intuición, sino datos contrastados, y los anunciados ayer dicen que el crecimiento del PIB ha aumentado un 0,9% respecto al último trimestre de 2014. Con este impulso, la economía española crece a un ritmo anual del 2,6%. Esta tendencia ha sido ratificada en el Programa de Estabilidad, lo que ha llevado al Gobierno a cambiar sus previsiones sobre el PIB para este año del 2% al 2,9%. Hay motivos para el optimismo porque las previsiones del Ejecutivo de Rajoy han sido revisadas al alza siguiendo la tendencia de la Unión Europea y del FMI. Como muestra de este ciclo positivo, la prima de riesgo ha caído hasta los 110 puntos, ocho puntos menos que los de partida de la sesión de ayer tras conocerse el crecimiento del 0,9% de la economía española. El nivel de la prima de riesgo no es una excepción, sino que responde a la estabilidad mostrada en meses anteriores y que oscila entre los 100 y los 120 puntos. Salvada la recesión del PIB (en 2012, el FMI consideraba que la economía española no iba a crecer por encima del 2%, el nivel necesario para la creación de empleo), la buena marcha de la prima de riesgo y la financiación en los mercados internacionales la perspectiva de crear empleo es real. De hecho, el departamento dirigido por Luis de Guindos va más allá y vaticina que la tasa de paro caerá hasta el 15,6% en 2018, 6,5 puntos porcentuales menos que en 2015. Cuando termine este año, España habrá superado el nivel de empleo que había en el último trimestre de 2011 y el desempleo será inferior al que dejó Zapatero: habrá 419.000 parados menos y 17.000 ocupados más. De esta forma, en el conjunto de 2015 se crearán 601.000 puestos de trabajo y el paro bajará en 589.000 personas. Y eso es sólo el principio: de aquí a 2018 se crearán medio millón de puestos de trabajo anuales. Con un crecimiento del PIB volviendo a las tasas previas a la recesión, de mantenerse tal y como indican las previsiones, en 2016 se habrán recuperado los niveles de renta de antes de la crisis. En consecuencia, el aumento de la renta familiar conducirá a una mejoría del consumo. Se abre así un ciclo de crecimiento en el que el sector exterior mejorará su aportación, gracias al dinamismo de las empresas exportadoras. En cualquier caso, como es tradicional en España, en los próximos cuatro años la demanda interna será una de las bases más sólidas del crecimiento. La capacidad de financiación de la economía española se situará sobre el 1,5% del PIB, lo que permitirá reducir el endeudamiento, que es otro de los objetivos prioritarios exigidos por Bruselas. Este cambio de tendencia ha empezado a notarse en los últimos trimestres, sobre todo en el empleo, en el que poco a poco comienza a verse la luz al final del túnel. El Programa de Estabilidad 2015-2018 coincide con las estimaciones de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo, que han alabado reiteradamente las reformas de este Gobierno. Un camino claro y decidido con el que España por fin puede decir que ha dejado atrás la peor crisis de su historia reciente.