Guardia Civil

Impagable Guardia Civil española

La Razón
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No hay elogio capaz de valorar la actuación serena y profesional el valor físico de los dos guardias civiles atacados por una jauría de proetarras en la localidad navarra de Alsasua, cuando se encontraban acompañados de sus parejas, que evitó que se produjera una tragedia mayor. Es, sin embargo, el reflejo de lo que es y significa la Guardia Civil para la inmensa mayoría de la sociedad española. Un cuerpo benemérito siempre dispuesto al sacrificio en defensa de la Ley, que es lo mismo que decir de los ciudadanos, sin distinción de ningún tipo. Un cuerpo de Seguridad que es ejemplo de profesionalidad en el mundo y que ha sabido adaptarse a los tiempos y colocarse a la vanguardia de todos los avances tecnológicos que la ciencia ha puesto a disposición de la humanidad. Pero son sus hombres y mujeres, los guardias civiles –no importan grados– quienes marcan la diferencia. Los mismos que a costa de enormes sacrificios defendieron la libertad y la democracia frente al terrorismo infame de ETA y se mantienen en primera línea frente a cualquier amenaza a la paz y la seguridad de todos. Por ello, cuando dos de estos hombres han sido cobardemente agredidos desde el odio más sectario, conviene que no olvidemos su impagable contribución a la sociedad española.