Elecciones catalanas

La gran obra de Artur Mas es la destrucción de Convergencia

La Razón
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La encuesta electoral dedicada a Cataluña que publica LA RAZÓN, elaborada por NC Report, pronostica el desplome de la antigua Convergencia, que, de celebrarse hoy elecciones autonómicas en el Principado, caería a la tercera posición, por detrás de ERC y de Ciudadanos. En tan sólo cuatro años de proceso separatista, Artur Mas y Carles Puigdemont han llevado a la ruina electoral al nacionalismo moderado, antaño hegemónico, en favor de los republicanos de izquierda, que, sin embargo, tampoco consiguen hacerse con todos los votos que pierden los convergentes. Es decir, el «frente soberanista», en el que se incluyen los antisistema de la CUP, corre el riesgo de perder la actual mayoría absoluta parlamentaria, al pasar del 47,8 por ciento de los votos obtenidos en las elecciones de 2015 al 46,1 por ciento que les atribuye el sondeo. Esto se debe a que el partido que lidera Oriol Junqueras no compensa con su subida los votos que pierden Convergencia –a partir de ahora PDeCAT– y la CUP. En total, ERC obtendría un 24,1 por ciento de los sufragios –cuando en 2012 consiguió el 13,7 por ciento–; PDeCAT se quedaría en el 14,8 por ciento de los votos –en 2012 obtuvo el 30,7 por ciento– y la CUP pasaría del 8,2 por ciento de las elecciones de 2015 al 7,2 por ciento que pronostica el sondeo. Frente al bloque separatista, la encuesta atribuye una mejora en los resultados a En Común Podem –el partido de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau– y al Partido Popular, mientras que el PSC se estanca y Ciudadanos pierde casi dos puntos porcentuales en intención de voto. Aun así, la formación que lidera Albert Rivera consolidaría su segunda posición, por delante de PDeCAT, ya que el partido de Mas y Puigdemont pierde casi 16 puntos porcentuales o, lo que es lo mismo, más de medio millón de votos. Si bien el sondeo de NC Report no ha incluido los resultados que obtendría una reedición de la actual coalición entre ERC y PDeCAT, no parece que variaran mucho. Al 51,8 por ciento de los catalanes consultados les es completamente indiferente que ambas formaciones soberanistas se presenten juntas o por separados, mientras que sólo un 15,4 por ciento cree que se debería mantener la coalición. Por cierto, que son muchísimos más, el 65,2 por ciento, los ciudadanos de Cataluña que desaprueban que Carles Puigdemont gobierne con el apoyo de la CUP. Es evidente que la tensión permanente entre la Generalitat y los cuperos está favoreciendo a Oriol Junqueras, que permanece en un inteligente y prudente segundo plano. En líneas generales, los resultados del presente sondeo de intención de voto coinciden con los datos de otra encuesta, también elaborada por NC Report para nuestro periódico, que indaga la opinión de los residentes en Cataluña sobre su vinculación con el resto de España. Si bien la mayoría de los consultados –el 51,1 por ciento– apoyaría la celebración de un referéndum como el del 9-N, son más –el 47,2 por ciento frente al 44,8 por ciento– los que votarían contra la independencia de Cataluña, porcentaje que sube al 48,9 por ciento cuando se pregunta si la Generalitat debería aparcar el proceso independentista, a cambio de más financiación del Gobierno. También son mayoritarios, el 51,3 por ciento, los que prefieren más autogobierno a la hipotética independencia, apoyada en este caso por el 40,8 por ciento. En definitiva, el «proceso» pierde apoyos y su principal damnificado es el nacionalismo moderado que representaba Convergencia y que Artur Mas ha llevado a la ruina.