Brexit

La oferta de May no convence a nadie

La Razón
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El plan de 15 páginas remitido por la primer ministra británica, Theresa May, a Bruselas para, supuestamente, tranquilizar a los europeos que viven en Reino Unido tuvo el efecto contrario y sus explicaciones ayer en el Parlamento fueron aún más inquietantes. Las medidas propuestas por Londres no han gustado ni en los despachos ni en la calle de la Unión Europea. Y no es para menos. May propone que los más de tres millones de europeos que allí viven soliciten un carné de identidad especial para poder quedarse y disfrutar de los mismos derechos que los británicos tras la victoria del Brexit. Pero para ello tendrán que demostrar que su residencia se ha prolongado por un periodo de, al menos, cinco años. El «periodo de gracia» se extenderá previsiblemente hasta marzo de 2019. A partir de ese momento, los que entren en Reino Unido podrán encontrar «controles que limiten» sus opciones de vivir y trabajar. Un eufemismo para no decir «barreras» o «veto», dos conceptos que suenan mucho peor pero representan mucho mejor lo que propone May. Ella ha calificado semejante propuesta de «seria y generosa», lo que solo puede interpretarse como un farol para ganar fuerza en la negociación que queda por delante. Porque si esto es todo lo que tiene que ofrecer Reino Unido es muy poco, llega tarde y augura un horizonte, sobre todo para los británicos, mucho más oscuro de lo que nos barruntábamos.