Comisión Europea

La Unión Europea, como estado de derecho

La Razón
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El discurso sobre el Estado de la Unión que pronunció ayer el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, no podía sustraerse a la contingencia del Brexit, pero se equivocarían quienes reduzcan a este solo aspecto una intervención que ha puesto de relieve el otro gran problema al que se enfrenta la Europa unida y que se encuentra en la raíz de la actitud británica: la falta de conciencia en algunos sectores sociales y políticos de que la Unión Europea es un Estado de Derecho y que, como tal, tiene unas normas y unos tribunales de Justicia que es preciso aceptar y respetar por parte de todos. Europa, pues, se configura como una comunidad de leyes, en la que la fuerza de la Ley ha reemplazado a la ley del más fuerte. Este principio de la supremacía de la Ley, que se encuentra en la esencia de la constitución europea, no es sólo de obligado cumplimiento, sino que determina la legitimidad de la actuación política e institucional de los socios. No es de extrañar que, ayer, los eurodiputados españoles vieran en la intervención de Juncker una referencia al golpe antidemocrático de la Generalitat de Cataluña, por más que los portavoces de Bruselas trataran de negarlo. Porque España, como Estado de Derecho, tiene un ordenamiento jurídico y unos tribunales que es preciso respetar. Fuera de la Ley no hay nada. También en la Unión Europea.