ETA

Las fuerzas de seguridad, garantes de la libertad

La Razón
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Los planes para intentar que las Fuerzas de Seguridad del Estado abandonen el País Vasco y Navarra no son nuevos. Fue uno de los objetivos prioritarios de los terroristas de ETA y sus acólitos. El nacionalismo vasco del PNV trabajó también con ese propósito o con el más pragmático de que el despliegue de Guardia Civil y Policía Nacional fuera el mínimo posible. Tras la derrota policial de ETA y la depresión política de la izquierda abertzale en los últimos años, ese ímpetu decayó hasta que la involución separatista catalana y sus desafíos a la legalidad parecen haber insuflado ánimos renovados. De hecho, la campaña «Iros de aquí» de los proetarras contra las Fuerzas de Seguridad del Estado, que estaba presente en feudos contados de mayoría abertzale, ha cobrado fuerza con pintadas y pancartas en numerosas poblaciones de las comunidades vasca y navarra, a la par que se esperan escraches contra instalaciones policiales en los próximos días. El poder independentista catalán ha generado un clima que los proetarras están aprovechando con la comprensión de la administración vasca, pero que es absolutamente ajeno al sentir de la inmensa mayoría de los ciudadanos de esos territorios. En estas circunstancias, los errores son más sencillos de cometer, pues todo se distorsiona y se manipula. Harían bien quienes participan en este dislate en no subestimar la determinación del Estado, que sabe que la presencia de las Fuerzas de Seguridad ha sido, es y será garantía de libertad y convivencia en paz. Por eso, la Guardia Civil y la Policía son siempre tan bien valorados por la gente.