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Los ciudadanos dan la espalda a Podemos

La Razón
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Pese al apoyo expreso de alcaldes y concejales de algunas de las principales ciudades españolas –notablemente los de Madrid, Barcelona, Valencia, La Coruña y Cádiz, todos ellos vinculados a Podemos–, las manifestaciones convocadas ayer para protestar por la intervención internacional contra los asesinos del llamado Estado Islámico se saldaron con un rotundo fracaso de público. Nada sorprendente cuando la mayoría de los ciudadanos españoles, como los de otros países de la Unión Europea, son partidarios de que se asista militarmente a Francia en la lucha contra el terrorismo yihadista, al que consideran una de las amenazas más graves para la libertad y la democracia. Una vez más, la realidad desmiente a esa izquierda radical que se arroga la representación de la voluntad popular y que se pretende depositaria de la única verdad moral. Una «verdad» que, curiosamente, nunca coincide con las ideas y los valores que conforman las modernas sociedades occidentales. Las únicas, por cierto, donde se respetan las libertades, los derechos humanos y la democracia. Presa de sus propias obsesiones, la extrema izquierda replica las viejas consignas pacifistas del comunismo soviético, olvidando que España no es una foto fija y que el «no a la guerra» fue fruto coyuntural y, por lo tanto, perecedero.