El desafío independentista

Montaje teatral sobre el declive separatista

La Razón
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Carles Puigdemont y Oriol Junqueras orquestaron ayer un solemne acto de unidad en torno a la celebración del referéndum y a la independencia de Cataluña a través de un inenarrable manifiesto en el que su gobierno se hace responsable colectivamente de la celebración de la consulta, se alude a que la voluntad de los catalanes ha sido aplastada demasiadas veces por la fuerza del Estado y se citan las «represalias» de España contra Cataluña a lo largo de la historia, desde la Guerra de Sucesión pasando por el fusilamiento de Companys para acabar en la condena a Artur Mas, entre otros. El texto fue firmado por todos los miembros de la Administración separatista hasta el nivel de directores generales. Lo primero que cabe mencionar es que el «trascendente» documento no tiene validez jurídica alguna y que el montaje fue prefabricado a toda prisa para frenar la hemorragia de traiciones y desencuentros entre ERC y PDeCat. En realidad, todos los que compartieron la foto de familia de ayer saben que es el retrato de una mentira, otra más con la que ganar tiempo ante una ciudadanía harta de tanto desgobierno. La pantomima del Palau de la Generalitat no solucionará nada. Junts pel Si es un matrimonio político de conveniencia que apenas se soporta y que sabe perfectamente, como lo conocía desde el comienzo de este desventura hace años, que el referéndum ilegal era una tremenda farsa para aguantar el poder sin rendir cuentas por una pobre gestión. En definitiva, un acto solemne que, más que la fuerza, ha demostrado la honda debilidad de los independentistas.