Gobierno

Siempre ha estado abierta la vía del diálogo

La Razón
La RazónLa Razón

Nada más beneficioso para los intereses de España y, por ende, de Cataluña que el cambio de actitud de los representantes de la Generalitat en las relaciones con el Ejecutivo central. Así lo atestiguan la reunión entre el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y el president catalán, Carles Puigdemont, que ha obtenido los primeros resultados en los acuerdos sobre los recursos al Tribunal Constitucional, y el tono distendido de la reunión mantenida ayer en La Moncloa entre la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y su homólogo catalán, Oriol Junqueras. Sin embargo, es preciso señalar que Mariano Rajoy siempre ha mantenido abierta la vía de diálogo con la Generalitat de Cataluña, sin más limitaciones que las que se desprenden de la Constitución: el respeto a la unidad de España y a la soberanía del pueblo español. El Gobierno, pues, siempre ha tendido la mano a negociar o considerar cualquier asunto en el que estén en juego los intereses o las necesidades de los ciudadanos de Cataluña, como no podía ser de otra forma, puesto que también es el Gobierno de los catalanes. Más que de «deshielo», como lo calificó Junqueras, hay que hablar de la vuelta a la racionalidad del Ejecutivo nacionalista.