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Las bolsas se desploman en un «lunes negro»

La Razón
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Los mercados confirmaron ayer los peores pronósticos. El portazo de Grecia a la UE y el órdago del referéndum que se celebrará este domingo sobre las reformas provocaron un auténtico «lunes negro». La bolsa española llegó a caer un 5,25 % en la peor jornada desde el descalabro de agosto de 2012. También la prima de riesgo, que llevaba muchos meses estabilizada a la baja, protagonizó una subida de hasta 37 puntos básicos. Este tsunami financiero le costó al parquet madrileño cerca de 30.000 millones de euros y se repitió con efectos igual de devastadores en toda la eurozona, en una prueba más de que la segura salida griega de la moneda única no es una buena noticia para nadie. Hay que reconocer que en un momento tan crítico como éste, quizá el peor desde la fundación del proyecto europeo, las instituciones de la UE han estado a la altura de las circunstancias. La intervención ayer del presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, fue un ejemplo de saber estar y de altura de miras. A pesar de la jugarreta de Alexis Tsipras y a pesar de que a medianoche de hoy expira el último plazo del rescate griego, Juncker tendió la mano una vez más al Gobierno de Syriza para retomar el diálogo y poner fin a esta alocada carrera hacia el abismo. Su intervención estuvo dirigida al pueblo griego, al que pidió que vote «sí» en la consulta del domingo, sea cual sea la pregunta, ya que apostar por el «no» significará rechazar el euro y todo lo que el proyecto europeo significa. En este punto de la partida, en el que sólo las pérdidas bursátiles en España hacen que la deuda griega parezca calderilla, es más evidente que nunca que, en este caso, no es la economía, es la política. Nos jugamos la credibilidad del club europeo y el futuro de la eurozona. Europa ha demostrado paciencia y voluntad integradora. Una vez descartado al populista Tsipras como interlocutor válido, sólo queda confiar en que los griegos sabrán asumir este domingo los compromisos, y sacrificios, que su Gobierno se ha mostrado incapaz de cumplir.