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El smartwatch llega para quedarse

Mañana 24 de abril se pone a la venta en Estados Unidos y en otros ocho países, entre los que no está España, el Apple Watch, el reloj inteligente de la marca de Cupertino, que se ha hecho esperar más de la cuenta y que llega cuando las principales marcas de su competencia directa, especialmente Samsung, ya tienen modelos en el mercado desde hace varios años.

Sin embargo, como todo lo que lanza Apple, la expectación es máxima y las ventas de este «gadget» podrían dar una idea del recorrido que tiene el sector de los relojes inteligentes, vistos inicialmente como un juguete pero que, poco a poco, se van abriendo paso y que podrían suponer una nueva revolución si se convierten en el complemento perfecto del smartphone. Y es que, hace no muchos años, eran muchos los que veían absurda la posibilidad de que los móviles inteligentes se pudieran convertir en un soporte desde el cual leer noticias o ver vídeos y en la actualidad es cada vez mayor el porcentaje de internautas que lo usa para estos fines. ¿Podría ocurrir lo mismo con los denominados smartwatch? A priori parece poco probable que vayan a servirnos para leer noticias, dadas las dimensiones de su pantalla; además, al contrario de lo que ha ocurrido con los teléfonos móviles, que han ido ganando tamaño con el tiempo, en el caso de los relojes hacer crecer su pantalla es absurdo, pues no deja de ser un reloj y el tamaño de la muñeca es el que es.

Sin embargo, sí que se pueden convertir en el soporte perfecto para recibir titulares de noticias, vía notificaciones; tuits; enlaces a informaciones a través de WhatsApp u otras aplicaciones de mensajería instantánea... ¿Qué mejor forma de informar a los usuarios de los medios digitales que enviarles un titular su reloj? Es tan sencillo como escuchar el sonido de aviso de llegada de una notificación y mirar la pantalla. Con un simple toque en la pantalla táctil podremos elegir si verlo en el propio reloj o a través del teléfono móvil. Tanto es así, que el diario neoyorquino «The Wall Street Journal» lanza manaña una aplicación para el Apple Watch, coincidiendo con su lanzamiento. Sin duda, será el primero, pero no el único medio de comunicación digital que se lance a este nuevo soporte. De hecho, no habrá que esperar mucho para que se estandarice su uso, como ya ha ocurrido con las apps para tabletas y smartphones.

Y si los grandes medios desembarcan en los relojes inteligentes, también lo harán los anunciantes. De hecho, está previsto que ya este año empiecen a destinarse las primeras partidas publicitarias para este soporte y que para 2019 la cantidad invertida, sólo en Estados Unidos, ronde los 70 millones de dólares. La clave del éxito estará, sin duda, en analizar los hábitos de consumo de los usuarios de este tipo de dispositivos móviles y adaptar los contenidos, ya sean informativos o publicitarios, al tamaño de la pantalla. Hay que tener en cuenta que, a favor, está el hecho de que se trata de un «gadget» que el usuario siempre lleva encima y que para su consulta ni siquiera será necesario sacarlo del bosillo, como ocurre con los teléfonos; en contra, el hecho de que el reducido tamaño de la pantalla obligará a adaptar cualquier aplicación. Replicar modelos de otros soportes a los relojes sería un error, tal y como ha ocurrido con aquellos que han pretendido trasladar el modelo de la página web tradicional a smartphones o, incluso a tabletas.

Sin duda, cada dispositivo va ligado a sus características técnicas y a unos hábitos de consumo muy específicos, y que en el caso de los relojes habrá que analizar poco a poco, pues será necesario que se popularicen para ver la reacción de los usuarios. En cualquier caso, los relojes inteligentes han venido para quedarse y, si no, al tiempo.