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Los pecados del marketing

La Razón
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Los consumidores saben que la publicidad ayuda a pagar los medios y contenidos que disfrutan, lo que no impide que sean cada vez más exigentes y sepan decir claramente si algo les disgusta o no están conformes. Los anunciantes, que en definitiva son los que invierten su dinero en contar cosas a los consumidores, siempre han buscado que la publicidad sea lo mejor percibida posible pues, en el mejor de los casos, el rechazo supone que se está desaprovechando esa inversión, y en el peor, que pueda llegar incluso a perjudicar la imagen de la empresa o de sus marcas.

La Federación Mundial de Anunciantes (WFA), junto con la agencia We Are Social, ha realizado un estudio sobre 670.000 tuits negativos sobre la publicidad que se han publicado en inglés y, a partir de ellos, ha establecido lo que denomina «los siete pecados capitales del marketing» o «lo que realmente irrita a los consumidores en las redes sociales», según publica marketingnews.es. Lo primero, es que a muchos directamente no les gusta la publicidad. Sobre todo, si provoca pausas excesivamente largas, o interrumpe las retransmisiones de deportes en directo o las series de televisión. También se quejan de la incongruencia de algunos anuncios que escogen momentos claramente inapropiados, o se dirigen a públicos equivocados, ofreciendo productos o servicios que no les interesan en absoluto. Hay igualmente quejas por los posibles engaños: los consumidores exigen que las marcas digan la verdad y acusan a la publicidad de que a veces exagera. Y critican la mala creatividad: en su opinión, hay anuncios tan malos que les llegan a enfadar. La WFA señala que el último año hubo más de dos millones de tuits negativos sobre la publicidad, y la media de seguidores de los que se quejan en las redes sociales es de mil usuarios, cifras que revelan el impacto que pueden tener estas críticas. El estudio apunta también que los anuncios de televisión son los que más comentarios negativos generan, reflejando que sigue siendo el medio rey por notoriedad e impacto.

Las recomendaciones de la WFA, de la que forma parte la Asociación Española de Anunciantes, están claras: cada vez es más importante cuidar la calidad de los anuncios. Y es preferible buscar y elegir los mejores momentos, medios y soportes para llegar al público que pueda estar interesado, antes que «bombardear» indiscriminadamente a los consumidores por todos los medios y a todas horas.