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Per Gessle, de Roxette: «Los jóvenes sólo piensan en ser famosos»

La banda sueca celebra 30 años de carrera con disco de grandes éxitos y conciertos en Madrid y Barcelona

Gessle y Fredriksson, multiplicados en la imagen
Gessle y Fredriksson, multiplicados en la imagenlarazon

Han copado las listas de éxitos y las radios durante los últimas tres décadas, han vendido 60 millones de discos y mirado de tú a tú a sus paisanos de ABBA. Roxette, dúo formado por Per Gessle y Marie Fredriksson, lo celebran en la carretera con un disco doble, «The 30 Biggest Hits», y una gira que recala en Madrid (13 de mayo) y Barcelona (14). Al habla Per Gessle, cantante, guitarrista y motor creativo de la banda sueca.

–Treinta años son muchos, ¿mantienen la ilusión?

–Cuando empezamos éramos muy jóvenes, y el trayecto ha sido realmente asombroso. Nuestro objetivo era tocar en clubes de Alemania y Noruega más que tener éxito global. Estamos agradecidos por llegar a ser una banda grande e importante para tanta gente. Necesitas el talento y también suerte. Cómo es lógico, la ilusión ha ido cambiando, pero aún permanece. Nos encontramos muy volcados en las decisiones creativas que hay que tomar cada día. Y el hecho de subirte al escenario ante miles de personas cantando tus canciones es algo que no puedes dar por sentado. Somos unos suertudos.

–¿Esta gira es especial?

–Haremos conciertos con montones de hits. Un «set» muy guitarrero y «power pop». ¡Nada de trucos en nuestro libro de estilo! Eso significa que algunas canciones no suenan como en el disco: son más poderosas y salvajes en el escenario.

–¿Qué es lo mejor y lo peor de estar de gira?

–¡Amamos estar en la carretera! Es nuestro estilo de vida, y aunque echamos de menos a las familias, tratamos de traerlos con nosotros.

–Roxette tiene un enorme número singles, canciones pop perfectas. ¿Cuál es el secreto para componer una buena canción pop?

–No se trata de crear una canción pop perfecta, sino de encontrar una forma de expresión, un estilo propio, algo que de tan atractivo sea imposible resistirse. Trato de seguir mis instintos: si me gusta una de las canciones que escribo, no hay razón para que a ti no te guste. Todos somos iguales. Si hago bien mi trabajo, comunica contigo y conmigo. Consiste en llegar a conocerse uno mismo y encontrar una forma de expresarse. Es algo que lleva mucho tiempo.

–Dejando de lado sus éxitos, ¿qué temas menos conocidos merecen más atención?

–Soy el peor del mundo a la hora de elegir los sencillos de cada disco. Entiendo perfectamente el gancho de «Listen to Your Heart», «It Must Have Been Love» o «The Look». Aunque, para mí, otros como «What’s She Like?», «Queen of Rain» o «Dream On» son igual de importantes. Nunca trato de componer hits, si tienes suerte las canciones se convierten en éxitos.

–Han vivido la ostentación de los 80, las ventas récord de los 90 y las descargas ilegales del siglo XXI. ¿Cómo ha cambiado el negocio musical?

–Es una escena completamente diferente. El pop siempre es el reflejo de su era, y el actual se parece mucho a la sociedad: muy computerizada, siguiendo una fórmula. Es hiper comercial, con artistas que muchas veces están más preocupados en hacerse famosos que en mostrar una expresión creativa. Las compañías de discos se han orientado aún más hacia el dinero y no quieren malgastar tiempo, energía y billetes en bandas que no entreguen éxitos rápidos. Ahora bien, creo que eso cambiará. Siempre será un activo saber afinar una guitarra o cantar de verdad. He conocido a gente de las compañías que afirma que no quieren fichar a grupos que tocan de verdad porque les lleva mucho tiempo llegar a ser buenos. Es más fácil con quienes lo hacen todo con un ordenador. Creo que eso es basura y tiene poco recorrido. Esos ejecutivos deberían trabajar en una compañía de seguros o en un banco. No con la música.

–Estar en una banda de éxito no siempre es fácil. ¿Alguna vez pensaron en dejarlo?

–No, creo que siempre hemos sido un poco «outsiders» desde que decidimos que nos queríamos quedar en Suecia. Nos decían que nos mudásemos a Los Ángeles, Nueva York, o al menos a Londres, pero queríamos trabajar desde la perspectiva de nuestro país. El único momento bajo fue, claro, cuando Marie se puso enferma en 2002. Fue devastador para ella, para su familia y para todos nosotros.

–Treinta años de relación profesional es casi como un matrimonio. ¿Cómo se aguantan?

–Tiene razón, porque solemos no estar de acuerdo. Sobre todo en nuestros inicios. Siempre fui el que pensaba que más sabía del negocio musical y quería hacer promoción, encuentros en tiendas de discos y con los fans. Marie odiaba eso. Para ella, con los conciertos era suficiente. Sin embargo, como he escrito el 99% de nuestras canciones, pude convencerla para que hiciera un esfuerzo extra. Al menos algunas veces. No hubiera sido capaz de hacer este viaje solo, y creo que Marie tampoco. ¡Entre las peleas nos complementamos el uno al otro! Es una relación loca hermano-hermana.

–¿Se arrepienten de algo como banda?

–No, cuando nos sentamos todos los miembros del grupo y hablamos de lo que nos ha pasado, nos preguntamos: «¿Cómo ocurrió?».

Disco de aniversario y nuevo álbum

Acaban de publicar un disco de celebración de su carrera, un grandes éxitos con lo mejor de estas tres décadas, llenas de «números uno» irresistibles de la radio comercial, exactamente 30 temas en un doble álbum, a uno por cada año de actividad, y que será la base de la gira española. Pero, no contentos con eso, trabajan en nuevas canciones: «Absolutamente. Estamos en medio de la grabación de un nuevo álbum que saldrá en noviembre. Si todo va bien, tenemos planeado un single para este verano. ¡Estad atentos!», dice Per Gessle.

Dónde: Palacio Vistalegre. Madrid.

Cuándo: 13 de mayo, 21:30 horas.

Cuánto: desde 45 euros.