Estados Unidos

Petraeus filtró a su amante información confidencial

El laureado general y ex director de la CIA se declara culpable para evitar ser juzgado

El general David Petraeus diseñó la estrategia militar de Estados Unidos en las guerras de Irak y Afganistán a partir de 2007
El general David Petraeus diseñó la estrategia militar de Estados Unidos en las guerras de Irak y Afganistán a partir de 2007larazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@7594fd9f

El comandante David H. Petraeus, el militar más conocido de su generación, llegó a un acuerdo con el Departamento de Justicia por el que admitió haber proporcionado sus diarios clasificados a su amante cuando era director de la CIA. Petraeus pactó declararse culpable de un cargo de traslado sin autorización y retención de material clasificado, que se considera delito menor y está castigado con hasta un año de prisión. En cambio, los fiscales recomendarán dos años de libertad condicional y hasta 40.000 dólares de multa.

De esta forma, se pone fin al escándalo que terminó con la prometedora carrera del general de cuatro estrellas, que llegó a ser considerado posible candidato para vicepresidente o incluso presidente de Estados Unidos. Sobre todo, se evita un juicio en el que la carrera militar del general se ensombrecería al tener que revelarse los detalles de su relación con su amante. Serían presentados ante el jurado y se harían públicos. Petraeus todavía sigue casado con su esposa Holly.

Al frente de las guerras de Irak y Afganistán, fue el arquitecto de la estrategia de contrainsurgencia, que fue valorada como el nuevo modelo de las guerras del futuro. Aun así, durante estos dos últimos años ha seguido con sus funciones de asesoramiento a la Casa Blanca sobre Irak y el terrorismo. Petraeus ganó su fama dentro del Ejército por su servicio en Irak, donde llevó a las fuerzas estadounidenses en 2007 a recuperar el terreno cedido a Al Qaeda. Con su estrategia, estabilizó Irak y logró la retirada de las tropas cinco años después. En 2010, el presidente Barack Obama le pidió que intentase la misma estrategia en Afganistán, donde los talibanes habían ganado terreno. Sus medidas de contrainsurgencia tuvieron cierto éxito en su momento, pero no como el conseguido en Irak. Gozó siempre de gran prestigio entre los políticos de los dos partidos. En 2011, fue nombrado por Obama director de la CIA. A pesar de esta investigación, numerosos senadores del Congreso han mantenido su respaldo al general.

Su amante, Paula Broadwell, ex oficial de la Reserva del Ejército, inició la relación con Petraeus en 2011. Todo empezó cuando le entrevistó para su biografía. Durante una de las entrevistas para el libro, Broadwell le pidió sus «libros negros», es decir, los cuadernos que contenían sus notas clasificadas escritas a mano sobre reuniones oficiales, estrategias de guerra, capacidades de inteligencia y nombres de oficiales encubiertos. En un principio, Petraeus le contestó que estaban clasificados, pero tres semanas después le escribió un correo electrónico en el que acordó compartir estos documentos. Petraeus dimitió como director de la CIA en 2012 por este «affaire». Fueron los agentes del FBI los que descubrieron la relación entre Broadwell y el general después de que una amiga del militar, Jill Kelly, denunciase que había recibido amenazas por correo electrónico. El acosador resultó ser Broadwell.