Tokio

Piratas informáticos contra los cazadores de delfines

La Organización mundial de zoos y acuarios ya decidió expulsar a su filial japonesa por la caza de delfines
La Organización mundial de zoos y acuarios ya decidió expulsar a su filial japonesa por la caza de delfineslarazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@731b78c5

La Asociación nipona de Zoológicos y Acuarios (JAZA) anunció hoy que ha sufrido una serie de ciberataques, tras su conflicto con la organización mundial del sector a raíz de la polémica caza de delfines que se practica en Japón, informa Efe.

El ataque informático, que ha sido reivindicado por el movimiento Anonymous, ha causado la filtración de los correos electrónicos y números de teléfono de unos 2.350 empleados de los 152 zoos y acuarios nipones que forman parte de la JAZA.

La asociación nipona ha decidido cerrar temporalmente su página web (www.jaza.jp) como medida de «precaución», según dijo el presidente de la JAZA, Naonori Okada, en declaraciones recogidas hoy por la televisión estatal nipona NHK.

Los «hackers» colgaron un mensaje en la red interna de la JAZA donde protestaban por la caza de orcas y delfines en Japón y por la exhibición de estos animales en los acuarios nipones, según Okada.

La semana pasada, la asociación nipona anunció que dejaría de adquirir delfines capturados por el método de caza que se practica cada año en la localidad de Taiji, en la prefectura de Wakayama (oeste del país), después de que el organismo mundial del sector prohibiera esta práctica.

A finales de abril, la WAZA había amenazado con expulsar a Japón como país miembro por violar su Código de Ética y Protección Animal al practicar de forma reiterada esta pesca tradicional, considerada un método de captura de animales salvajes «cruel y no selectivo».

El método utilizado en Taiji se emplea en aguas poco profundas e involucra a varias embarcaciones que crean un muro de sonido que empuja a los delfines y otros pequeños cetáceos a una bahía donde quedan retenidos.

Una pequeña parte de los ejemplares es seleccionada y vendida a zoos y acuarios de todo el mundo, mientras que el resto es arponeado y destinado al consumo humano, principalmente en Japón.

Las autoridades locales y el Gobierno de Japón defienden la captura de cetáceos por su valor tradicional y como parte de su cultura gastronómica.

EFE