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Italia liderará la diplomacia europea y Polonia, el Consejo

El primer ministro polaco, Donald Tusk, y la ministra italiana de Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, después de la elección de la cumbre de la UE en Bruselas.
El primer ministro polaco, Donald Tusk, y la ministra italiana de Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, después de la elección de la cumbre de la UE en Bruselas.larazon

Los líderes de la Unión Europea (UE) designaron hoy al primer ministro polaco, Donald Tusk, nuevo presidente del Consejo Europeo, y a la ministra italiana de Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, nueva jefa de la diplomacia europea.

Italia logró hoy situar a su ministra de Exteriores, Federica Mogherini, al frente de la diplomacia comunitaria, mientras que el primer ministro polaco, Donald Tusk, será el encargado de orquestar los encuentros de más alto nivel político en el Consejo Europeo.

Han sido necesarias dos cumbres europeas extraordinarias y un mes de contactos informales durante la pausa de verano para que los Veintiocho lograran el "pleno consenso"que ha permitido el nombramiento de estos dos puestos claves.

La decisión no ha sorprendido, dado que ambos candidatos eran los favoritos en las quinielas para hacerse con los puestos en un delicado reparto en el que han entrado en juego cuestiones como sus familias políticas, el balance de género y los equilibrios geográficos.

El respaldo en bloque de los líderes socialdemócratas, encabezados por el italiano Matteo Renzi y el galo François Hollande, ha sido clave para lograr el encumbramiento de la ministra para los próximos cinco años, en contra de quien jugaba su juventud y su experiencia limitada.

La elección de Mogherini, que fue bloqueada en la cumbre extraordinaria de julio por los socios del este debido a su postura moderada frente a Rusia, supone el primer triunfo de Renzi en la arena comunitaria.

En su primera comparecencia pública tras el nombramiento, Mogherini evidenció su prudencia sobre el conflicto de Ucrania, al señalar que "tenemos que trabajar sobre las sanciones (contra Rusia), pero dejando la vía diplomática abierta, y lograr una combinación inteligente de las dos".

Mogherini también asegura la presencia de una mujer en la Comisión Europea, dado que los altos representantes ocupan también una vicepresidencia en el Ejecutivo comunitario.

La escasez de mujeres entre los candidatos propuestos por las capitales como comisarios, solo cuatro incluyendo a Mogherini, supone un problema para el presidente electo de la Comisión Europea, el conservador Jean-Claude Juncker, quien aspira a lograr una mayor paridad.

Juncker, que considera a la italiana como "competente y europeísta"según un colaborador del político luxemburgués, ha dado su visto bueno hoy al nombramiento de Mogherini.

La elección de Mogherini también ha facilitado el nombramiento del nombramiento del primer ministro polaco para un primer mandato de dos años y medio.

Tusk por su parte permite dotar a la cúpula comunitaria de un mayor equilibrio, dado que procede de uno de los Estados miembros del este y a que pertenece a un partido liberal, frente a la filiación socialdemócrata de Mogherini y a la conservadora de Juncker.

Además, el primer ministro polaco es el "miembro más veterano"de entre los jefes de Gobierno y de Estado de la UE, dado que asumió su cargo en 2007, y cuenta con el aval de que su país ha sido uno de los pocos que han eludido la recesión durante la crisis.

Tusk, considerado un líder europeísta, se ha mostrado dialogante y dispuesto a forjar compromisos desde su nuevo cargo en cuestiones tan delicadas como el encaje de Reino Unido en la Unión.

Para ello, no dudó en anunciar que explorará la posibilidad de buscar una "posición común para eliminar el abuso en el sistema de libre movimiento de trabajadores", una de las piedras angulares de la integración europea.

Tusk también se mostró dispuesto a buscar compromisos para aprovechar la flexibilidad en las reglas de disciplina presupuestaria a fin de fomentar el crecimiento, como demandan Italia y Francia, pero siempre "dentro de la responsabilidad", en un guiño a Alemania, más estricta con consolidación.

El primer ministro polaco, visiblemente emocionado, prometió además hacer frente a uno de sus mayores restos personales: su falta de manejo de idiomas.

"Prometo que puliré mi inglés", dijo Tusk, jugando con la polisemia de la palabra "polish", que en la lengua de Shakespeare significa tanto pulir, como polaco.