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«Bergoglismos»

La Razón
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«Bergoglismos»: dícese de las expresiones inventadas por Francisco, que no existen en el diccionario de la Real Academia Española, inventadas en el momento para describir con mayor claridad lo que se quiere decir». Así define el escritor y periodista Jorge Milia, ex alumno de Bergoglio, las nuevas palabras que ha puesto de moda el Pontífice argentino en los círculos eclesiales. Palabras como «hagan lío», «Dios primerea», «misericordeando», «balconeen»... se unen a un lenguaje que se adapta perfectamente a lo que intenta transmitir: sencillez y claridad. El Papa integra perfectamente estas expresiones en cada uno de sus discursos de manera natural y, en ocasiones, de manera improvisada. Hace gala de la brevedad, repitiendo dos o tres ideas fundamentales, las que quiere que el auditorio que le escucha se lleve bien asimiladas.

En este sentido, hemos podido ver cómo la «misericordia» ha estado presente en casi todas sus intervenciones, así como «la Iglesia misionera, en salida», «la alegría del Evangelio», «el poder es servir». Desde el punto de vista más social, Francisco ha utilizado expresiones como «cultura del descarte», «cultura del encuentro», «diálogo», «exclusión» o la «vergüenza», que gritó ante las continuas tragedias migratorias del mar Mediterráneo.

Tal y como reconoce Milia, que escribió una serie de artículos en «L’Osservatore Romano» al respecto, la idea es que a la gente hay que hablarle para que entienda. En su opinión, «nunca ha dejado de inventarse neologismos y siempre ha recurrido a expresiones populares. Es una forma de hacerle saber a la gente sencilla que el pastor también sabe hablar como ellos».