Iglesia Católica

El 54% de jóvenes católicos, incomprendido por la Iglesia

La encuesta de la CEE servirá de preparación para el Sínodo de 2018.

El Papa Francisco, en la última Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro
El Papa Francisco, en la última Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeirolarazon

La encuesta de la CEE servirá de preparación para el Sínodo de 2018.

l propio Francisco entonó el «mea culpa» al reconocer que «los jóvenes están aprendiendo a vivir sin Dios y sin la Iglesia», porque la ven como una institución «cerrada, anticuada y poco cercana». Pero al mismo tiempo se ha propuesto recuperar a esta generación del selfie, los llamados «millenials». En España, según el último informe de la Fundación SM, un 40% de los jóvenes se considera católico, pero desde el año 2010 se advierte un aumento de los que abandonan su fe para pasar a ser agnósticos. Además, la religión continúa en los últimos puestos en la escala de aspectos que consideran importantes en sus vidas.

Para abordar este problema creciente, el Pontífice decidió que el próximo Sínodo de los Obispos, que se celebrará en octubre del próximo año, girase en torno a «Los Jóvenes la fe y el discernimiento vocacional». Con los trabajos de preparación casi terminados, ya se pueden conocer algunas conclusiones. Ayer, el departamento de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal Española (CEE) dio a conocer la síntesis de los cuestionarios enviados a los jóvenes católicos españoles para conocer su relación con la Iglesia.

Los resultados del cuestionario reflejan una realidad preocupante teniendo en cuenta que quienes lo contestan son jóvenes comprometidos con grupos parroquiales: de ellos, un 40% no se siente escuchado por la Iglesia, un 54% no se siente comprendido por ella, un 55% no se sienten protagonistas y un 60% percibe que no tiene en cuenta sus aportaciones. Ante esta situación, el director de La Pastoral Juvenil de la CEE, Raúl Tinajero, admitió que «esto nos está haciendo reflexionar sobre qué estamos haciendo y cómo lo estamos haciendo». Y añadió: «Se demanda tiempo y personas para escuchar y salir fuera de las estructuras eclesiales, así como nuevos espacios, más apertura y acoger sin enjuiciar».

¿Y qué es lo que le demandan los jóvenes españoles? Sobre todo, una Iglesia que les escuche y les tome en cuenta, y también que esté acorde a los tiempos: que acepte las diferencias, que sea inclusiva, menos moralista, más moderna y adapte sus mensajes a la juventud, con un lenguaje renovado y actual.

Según su percepción, el mayor desafío al que debe enfrentarse la Iglesia hoy en día es recuperar a los jóvenes alejados. Para ello, proponen que se acerquen a los ambientes que más frecuentan: la calle es el más citado, seguido de los centros de estudio, las actividades deportivas, la amistad, las actividades culturales, en especial la música. También las ONG, el mundo del trabajo y las redes sociales.

En cuanto al discernimiento vocacional, consideran que la familia tiene el papel fundamental, ya que en la escuela y la Universidad no se propician los temas vocacionales.