Vaticano

El Papa redobla el control sobre la economía vaticana

Clarifica las competencias de los departamentos económicos. «Es importante que los órganos de vigilancia estén separados de los vigilados», recuerda.

El Papa durante una audiencia en la Plaza de San Pedro
El Papa durante una audiencia en la Plaza de San Pedrolarazon

Clarifica las competencias de los departamentos económicos. «Es importante que los órganos de vigilancia estén separados de los vigilados», recuerda.

El Vaticano anunció ayer la puesta en marcha de nuevas medidas que reforzarán la transparencia y la administración de los bienes de la Santa Sede, es decir, sus finanzas. A través del documento «Bienes Temporales», en forma de Motu Proprio, el Pontífice continúa empeñado en garantizar el control y la vigilancia del dinero y las pertenencias del estado más pequeño del mundo. El texto lleva fecha del 4 de julio de 2016 y, según ha explicado el Vaticano, con él «se implementa la reforma de los organismos encargados del control y la vigilancia y de la administración de los bienes de la Santa Sede», es decir, la Secretaría para la Economía y la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA).

El nuevo documento legislativo se propone continuar el camino ya iniciado el 24 de febrero de 2014, con el que el Papa Francisco establecía tres nuevos organismos: el Consejo para la Economía, la Secretaría para la Economía y la Oficina del Auditor general. El texto señala que «los bienes temporales que la Iglesia posee son destinados a conseguir sus fines, es decir, el culto divino, el honesto sostenimiento del clero, el apostolado y las obras de caridad, especialmente al servicio de los pobres». «La Iglesia, por consiguiente, siente la responsabilidad de poner la máxima atención para que la administración de los propios recursos económicos esté siempre al servicio de tales fines», añade.

El Motu Proprio destaca la necesidad de clarificar las competencias de la Secretaría para la Economía –considerada como un «ministerio de economía» dirigido por el cardenal australiano George Pell– y la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, por lo que en él Francisco establece que al primero le compete la «administración de los bienes y la gestión financiera» y al segundo «el control de la vigilancia sobre la administración».

Por otro lado, el Pontífice argumenta que estas nuevas normas son necesarias porque se ha evidenciado que se necesita «separar de manera clara e inequívoca la gestión directa del patrimonio del control y vigilancia sobre la actividad de su gestión». Por eso «es de la máxima importancia que los organismos de vigilancia estén separados de los vigilados». También precisa que esa secretaría deberá «formular directrices (...) e indicar las mejores prácticas en materia de contrataciones» en relación con la adquisición de bienes y servicios.

En cuanto a la APSA, el Papa argentino recuerda que le corresponde «pagar las facturas, obteniendo el original y contabilizándolo en el balance de cada dicasterio», los departamentos en los que se divide la Curia Romana.

Las nuevas normas coinciden con el fin del juicio del Vatileaks 2, como se conoce al robo y la filtración de documentos relacionados con las finanzas del Vaticano y que dieron lugar a la publicación de dos libros. Este jueves se conoció la sentencia para los acusados, entre los que está el principal protagonista de la trama, el sacerdote español Lucio Vallejo Balda.