Siete pistas para leer la nueva encíclica del Papa

Hoy ha visto la luz la primera encíclica escrita íntegramente por el Papa Francisco, un texto que, según el propio Pontífice ha manifestado en varias ocasiones, intenta poner de manifiesto la importancia de «la casa común», el planeta Tierra o, en otras palabras, el medio ambiente. Desde el mediodía puede ser descargada y adquirida en cualquier parte del mundo. Aquí ofrecemos las siete pistas que Manos Unidas ha propuesto para su lectura, claves basadas en el relato bíblico de la Creación.

El don de la Creación

Cuando la Iglesia habla de la Creación se refiere a que todo lo creado viene del amor de Dios como «un don dirigido al hombre». Es responsabilidad del hombre y la mujer custodiar el planeta en el que vivimos.

La atmósfera

Dios, como soberano del universo, lo entrega al hombre «como casa y heredad», de modo que tiene el deber de administrarlo sin perjudicarlo y de transmitirlo a las generaciones futuras.

Los bosques

La Tierra genera vida y alimento, que, según el magisterio de la Iglesia, es un don para la seguridad alimentaria de sus habitantes. «Las actividades que atañen a los recursos alimentarios deben respetar que estos bienes son parte del patrimonio de la humanidad, destinado también a las generaciones futuras», explica Manos Unidas.

El uso de la energía

La Iglesia ve con buenos ojos la actividad de la ciencia y de la técnica. De hecho, la visión cristiana considera que son un don de Dios, reflejo de su grandeza. Eso sí, reclama que debe estar siempre al servico del ser humano: «La ciencia no es neutral: puede ser usada tanto para el progreso del hombre como para su degradación».

Cuidado del agua

A buen seguro hablará el Papa del agua en la «Laudato Si’», probablemente en línea con lo que dice el magisterio eclesial: el agua es un bien fundamental en la Tierra, al cual todos tenemos derecho.

Responsabilidad

El cuidado del entorno natural afecta a todos: productores, gobiernos, legisladores, juristas, consumidores... «Que sepamos actuar con responsabilidad repercute en los más vulnerables», según Manos Unidas.

Acabar con el hambre

La gran bandera de Manos Unidas también tiene que ver con el medio ambiente: «El cuidado de la Creación conlleva que ésta fructifique en alimentos, no sólo para saciar el hambre, sino para una alimentación digna y adecuada».