Elecciones municipales

Rivera exigirá listas abiertas y plan anticorrupción al PP

Asegura que «hablará con todos» pero su apoyo es decisivo para que los populares mantengan sus feudos

Albert Rivera, ayer, tras hacer balance del resultado de su partido en las elecciones del domingo
Albert Rivera, ayer, tras hacer balance del resultado de su partido en las elecciones del domingolarazonfreemarker.core.DefaultToExpression$EmptyStringAndSequenceAndHash@7594fd9f

La resaca electoral del equipo de Ciudadanos ha sido breve. Se impone el día a día y la vorágine que supone conseguir 75 diputados en doce parlamentos autonómicos. En el horizonte, una tarea resalta por encima del resto. Tras la valoración de los resultados obtenidos en los comicios del domingo por parte del líder del partido, Albert Rivera, en el día de ayer, hoy las principales caras visibles estarán en Barcelona con la intención de concretar cuál será su actuación en los próximos meses con respecto a los posibles pactos postelectorales que se puedan consumar con otras formaciones políticas, un punto que se antoja fundamental tanto para la formación «naranja» de cara a cómo puede afectar a su voto en las generales, como para el devenir de varias comunidades autónomas y consistorios, en los que el partido más votado no ha logrado la mayoría absoluta y el apoyo de Ciudadanos podría dar la llave de la gobernabilidad.

En el plano regional, aunque han logrado unos resultados mucho menores que los previstos por los sondeos que les colocaban prácticamente empatados en intención de voto con populares, socialistas y Podemos, Ciudadanos se postula clave en varios de los feudos tradicionales del PP, en los que los de Rajoy concatenaban hasta el domingo mayorías absolutas, una tras otra. Éste es el caso de regiones como la Comunidad de Madrid, Murcia, La Rioja y Castilla y León, donde el azul popular ha sido la tónica predominante durante las anteriores legislaturas y ahora ha perdido la mayoría absoluta por escasos escaños. Con respecto a la Asamblea de Madrid, un pacto entre populares (48 escaños) y «naranjas» (17) permitiría la gobernabilidad de Cifuentes al lograr, entre ambos, los 65 representantes necesarios para llegar a la frontera de la mayoría absoluta. En Murcia y Castilla y León, el PP se quedó a tan sólo un escaño de la absoluta, y en La Rioja, a dos.

En todas estas regiones un pacto entre PP y Ciudadanos podría significar la continuidad de los populares. Lo mismo ocurriría en capitales de provincia como Santander, Badajoz, Murcia, Logroño, Málaga, León o Albacete.

En la sede del partido mantienen que no pactarán conforme a siglas, sino en base a ideas. Teniendo en cuenta el precedente de Andalucía, donde han mantenido firmes –al igual que Podemos– sus condiciones iniciales a la hora de investir a Susana Díaz, parece ser que en el resto del territorio se repetirá esta misma postura y Ciudadanos no dará fácilmente su brazo a torcer. Entendiendo la importancia del tema, la formación ha creado un órgano desde el cual se canalizarán todos los posibles pactos para que no puedan afectar a la expansión del partido en el plano nacional.

El núcleo duro de Rivera fija como primer mínimo para comenzar conversaciones con cualquier hipotético aliado que éste suscriba su decálogo contra la corrupción. Además, el líder de la formación aseguró ayer que también se hará especial hincapié en exigir al resto de grupos que sus candidatos se elijan mediante listas abiertas, así como que no haya imputados por corrupción en éstas. Cómo gestione el partido este punto despejará dudas sobre si su transversalidad ideológica les pasa factura, y sobre cuál es el apoyo real y la capacidad de influencia que puede tener Ciudadanos de cara a las generales.