Barcelona

El envejecimiento celular, nueva estrategia para controlar los cánceres más agresivos

Aprovechar el "envejecimiento prematuro"celular como nueva estrategia en el tratamiento de los tumores de mama es el objetivo de un estudio llevado a cabo por el Grupo de Factores de Crecimiento del Vall d'Hebron Instituto de Oncología (VHIO). El estudio, publicado en la revista 'Journal of the National Cancer Institute', ha probado a inhibir los factores protumorales secretados por las células que envejecen prematuramente y dejan de dividirse por lo que, aunque no contribuyen al crecimiento del tumor, sí fomentan su agresividad.

Según ha explicado el doctor Joaquín Arribas, investigador principal del Grupo de Factores de Crecimiento del VHIO y director del programa preclínico del VHIO, el estudio se ha centrado en tumores de mama del tipo HER2+, uno de los más agresivos, pero los resultados se podrían extrapolar a otros tumores. Arribas ha asegurado que el bloqueo de ciertos factores protumorales secretados por las células que muestran signos de envejecimiento prematuro puede constituir una nueva estrategia antitumoral.

El estudio, realizado con el apoyo de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), el Instituto de Salud Carlos III y la Breast Cancer Research Foundation (BCRF), ha estudiado la senescencia natural de las células, no la inducida artificialmente como en trabajos anteriores. La senescencia es un fenómeno por el cual las células dejan de dividirse e inician un proceso que se asemeja al envejecimiento celular y que eventualmente las llevará a la muerte.

Este mecanismo, que se podría leer en clave de claro beneficio para el paciente, en la práctica no siempre lo es ya que, a pesar de que las células tumorales senescentes dejan de proliferar espontáneamente, y eso parece positivo como mecanismo antitumoral, lo hacen a costa de secretar factores importantes para el crecimiento del tumor y para su metástasis. "La senescencia de las células tumorales es un arma de doble filo, pues no contribuye al crecimiento del tumor pero sí a su agresividad", ha apuntado Arribas.

El estudio ha confirmado que el porcentaje de células senescentes en un tumor es relativamente bajo y constante, alrededor de un 2-5%, "pero si imaginamos a las células una al lado de la otra en tres dimensiones, comprenderemos la gran capacidad que tienen las células senescentes para interaccionar con un gran número de células tumorales", ha explicado el oncólogo.

"Una célula senescente productora de estos factores protumorales se encuentra escasamente a tres células de distancia de la célula más alejada, de manera que el efecto en cascada que produce esta secreción de factores tiene un alto impacto en todas las células vecinas", ha añadido el responsable del estudio. Los investigadores han explorado esta senescencia celular in vitro (en células del tumor) y también in vivo, tanto con ratones avatar, es decir, ratones en los que se ha propagado el tumor real de un paciente, como en animales de experimentación genéticamente modificados, y en todos los casos han confirmado los resultados.

"Nuestro reto es conseguir inhibir totalmente la secreción de factores protumorales de las células senescentes", ha apuntado Arribas, que ha avanzado que "en los modelos experimentales ya hemos logrado bloquear la producción de uno de estos factores procedentes de las células senescentes, la interleucina 6 (IL6)". El siguiente objetivo será inhibir completamente estas células senescentes con terapias que impidan que secreten factores protumorales.

"Lo que realmente nos interesa es lograr inhibir la producción de todos los factores protumorales para que la senescencia sea realmente un mecanismo antitumoral completo", ha concluido Arribas.