Barcelona

«La bomba puede reducir las listas de espera para trasplantes de hígado»

Entrevista a Juan Carlos García-Valdecasas / Doctor jefe del Clínic de Barcelona

«La bomba puede reducir las listas de espera para trasplantes de hígado»
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Entrevista a Juan Carlos García-Valdecasas / Doctor jefe del Clínic de Barcelona. Ha trasplantado un hígado usando una bomba de preservación de injertos hepáticos humanos.

Los avances médicos de los últimos años demuestran que la inversión en I+D no sólo ofrece réditos, sino que es un canal inefable para mejorar la calidad de vida de todos nosotros. Un ejemplo claro se ha podido ver esta semana en Barcelona, donde se ha realizado con éxito el primer trasplante de hígado mediante la utilización de una bomba de preservación de injertos hepáticos humanos. La medicina cada vez se parece más a la ciencia ficción, pero en manos de médicos como Juan Carlos García Valdecasas, jefe de servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital Clínic de Barcelona, se convierte en una realidad tan brillante como esperanzadora.

­-¿Este nuevo tratamiento será una nueva forma de reducir la angustia de los pacientes en las listas de espera?

- El trasplante de hígado es una intervención habitual en nuestro medio. España es un ejemplo de solidaridad con una donación superior a 30 donantes por millón de población. La forma más habitual para la preservación de los órganos para el trasplante es sumergiéndolos y prefundiéndolos utilizando líquidos especiales a baja temperatura, normalmente a 4ºC. Sin embargo, todos esos órganos no son capaces de completar las necesidades de los pacientes pendientes de un trasplante de hígado, y en la actualidad siguen falleciendo en la lista de espera. Esto podrá corregirse con esta técnica.

-¿El empleo de esta técnica será una solución en mayúsculas para disminuir al máximo estos casos?

-Sí, en la actualidad se está ensayando la posibilidad de obtener órganos a partir de su colocación en unas bombas especialmente diseñadas para su recuperación y mantenimiento.

-Usted es uno de los principales partícipes de estos estudios, ¿qué diferencias tiene con la práctica habitual?

-El Hospital Clínic de Barcelona participa en un estudio europeo en donde se utiliza, para la preservación de injertos hepáticos, una bomba especial donde, al contrario de lo habitual, se prefunde el órgano con sangre oxigenada a 37 grados. Es decir, la preservación y traslado del órgano para trasplante se hacen con el órgano en caliente, como diferencia con la práctica habitual.

-¿Cómo ha sido la primera experiencia con la bomba milagrosa?

-Hace unos días se realizó por primera vez en España la preservación y traslado de un hígado para trasplante mediante la utilización de esta bomba especial, desarrollada en el Reino Unido, y que no sólo permite mantenerlo en buenas condiciones, sino que, además, es capaz de recuperar funciones que se hayan podido deteriorar durante el proceso de fallecimiento del donante.

-¿Cómo fue el proceso de traslado y colocación del hígado?

-El equipo del Clínic se trasladó hasta otro hospital donde, una vez extraído el órgano, se colocó en la bomba donde se mantuvo perfundido con sangre durante siete horas, tras las cuales se colocó en el paciente que estaba siendo intervenido.

-Todo ocurrió como se esperaba, ¿no hubo sorpresas?

-El hígado trasplantado se comportó de forma correcta, siendo su función hepática a las 24/48 horas del trasplante prácticamente normal. El paciente se recupera en la actualidad de la misma forma, si no mejor, de lo que haría cualquier otro paciente trasplantado.

-Esta técnica cumple un viejo sueño de la comunidad científica.

-La utilización de bombas capaces de mantener los órganos para trasplante siempre ha sido un objetivo de la comunidad científica, y muchas han sido las reseñas en la literatura. Sin embargo, dada su complejidad, se ha tendido a simplificar los mecanismos, de tal forma que muchas de las que se utilizan en la actualidad lo hacen con la hipotermia como primer objetivo. Ése es el caso de las bombas actuales en el trasplante renal.

-¿Ha habido muchos fracasos antes de lograr este importante avance?

-La novedad de lo que se hace con esta técnica es que se utiliza una bomba donde el hígado (más complejo en cuanto a su circulación que el riñón) es mantenido en las mismas condiciones que se encontraría en el organismo humano, aportándole oxígeno, además de todos los elementos energéticos que hacen falta en esas circunstancias. La complejidad de este tipo de bombas ha hecho que muchos grupos lo hayan intentado y hasta ahora nadie lo hubiese conseguido.

-¿Cómo desarrollaron en Reino Unido esta máquina biomédica?

-La bomba actual se desarrolló a partir de un «spin off» de la Universidad de Oxford bautizada como Organox. Un primer estudio demostró la fiabilidad del proceso. En la actualidad, los estudios están intentando demostrar que su eficacia es mayor que la que se obtiene con el simple frío, que es lo que se utiliza en la práctica habitual.

- ¿Cuál es su mayor problema?

-Todo este proceso puede encarecer de forma significativa la obtención de órganos para trasplante, por lo que no puede utilizarse de forma sistemática. El foco en estos momentos está puesto en la posibilidad de recuperar aquellos que en la actualidad es imposible utilizar y con ello aumentar de forma significativa el número de trasplantes y reducir así las listas de espera, que incluso en España existen.