Elecciones 24-M

Sánchez reúne a los barones para dirigir las alianzas

Iniciará una ronda de contactos para establecer la política de acuerdos de cara al Comité Federal del sábado

Pedro Sánchez, ayer durante la Ejecutiva del PSOE
Pedro Sánchez, ayer durante la Ejecutiva del PSOElarazon

Una vez escrutados los votos, los partidos comienzan a perfilar sus estrategias postelectorales de cara a entablar alianzas con las fuerzas llamadas a ser bisagra de gobierno. Como adelantó ayer LA RAZÓN, el PSOE ya está trabajando en ello y el secretario general del partido, Pedro Sánchez, iniciará entre hoy y mañana una ronda de contactos con los líderes de Podemos, Ciudadanos e Izquierda Unida, entre otros, para poner sobre la mesa sus propuestas de cara a la formación de los ejecutivos regionales en un momento de fragmentación política sin precedentes. Para los socialistas se abre ahora un «tiempo de acuerdos y de entendimiento» que va a protagonizar el PSOE bajo la premisa del «diálogo y la humildad». «Vamos a aportar estabilidad y responsabilidad», señaló el secretario de Organización, César Luena.

En Ciudadanos esta invitación al diálogo es bien recibida. La formación de Albert Rivera está «abierta a escuchar» al PSOE y lo cierto es que ya se habrían producido contactos discretos entre miembros de ambas formaciones, aunque no de primer nivel. Desde Podemos, sin embargo, no garantizan el pacto global. Su secretario general, que no ha perdido la oportunidad de confesar que recibió ayer un mensaje de felicitación de Susana Díaz, advirtió que quien quiera entenderse con ellos deberá cambiar radicalmente sus políticas.

Además de estas conversaciones con Rivera e Iglesias, Pedro Sánchez también llevará a cabo durante esta semana una serie de reuniones con los barones y candidatos que han concurrido a las elecciones autonómicas para tratar con ellos el contenido y las líneas generales sobre pactos que aprobará el partido en el Comité Federal del próximo sábado 30 de mayo. Una cita en la que también se aprobarán las bases reguladoras de las primarias del 26 de julio a La Moncloa. Entre estas reuniones, que desde la dirección califican de «privadas», también habrá espacio para un reencuentro entre Susana Díaz y el líder del partido, después del gélido mitin que compartieron en Alcalá de Guadaíra (Sevilla) y en el que escenificaron, más que nunca, sus diferencias.

A nivel estratégico, los socialistas han asumido que en virtud de la realidad actual no pueden imponer una línea unitaria de pactos para toda España, sino que corresponde a cada feudo –atendiendo a sus circunstancias estructurales– el establecimiento de su propia política de alianzas. Estos acuerdos puntuales en función del territorio tendrán, en todo caso, que ser avalados por la dirección federal, aunque ya no será Ferraz, como se señaló en un primer momento, quien fije la política de pactos a aplicar en cada federación. «Los barones contarán con la misma libertad que lealtad deben profesar al proyecto socialista», señaló Luena como una suerte de advertencia a aquellos que se vean tentados de traspasar las líneas rojas que ha marcado el partido: pactar con PP y Bildu y desviarse del programa electoral.

La iniciativa de Sánchez de llamar a los líderes de las formaciones «decisivas» para formar gobierno es también una crítica velada al comportamiento de Susana Díaz, que en pleno estancamiento de su investidura tomó la decisión de contactar por su cuenta con Iglesias y Rivera, saltándose el conducto reglamentario, para desbloquear la situación. Fuentes de la dirección reconocen que en las conversaciones que se iniciarán a partir de hoy Andalucía saldrá a relucir, aunque también consideran que la situación en el Parlamento andaluz, una vez celebrados los comicios municipales y autonómicos, «ya está desbloqueada».

Lo que se debatirá en la asunción de pactos serán «políticas concretas e instituciones concretas». Con este planteamiento el PSOE intenta suavizar su discurso sobre alianzas postelectorales, pues mientras que hace meses declaraba tajante que no pactaría «ni con populares ni con populistas», ahora la realidad política impide cerrar determinadas puertas. Tanto es así que en plena campaña Sánchez reconocía que su formación es «ahora mismo el único partido» que «puede pactar con Podemos, con Ciudadanos y con IU» porque está «en la centralidad». Los socialistas consideran que es posible asumir acuerdos con estas formaciones porque no las consideran «rivales políticos» y porque, en el caso de Podemos, más allá de las valoraciones, «están en las instituciones» y «tienen el voto de los españoles».