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En libertad los detenidos por el desalojo de Tetuán

Tras una década de pleitos judiciales, ayer se derribó el 29 de la calle Ofelia Nieto

El forcejeo con la Policía se trasladó a lo alto de la excavadora que iba a proceder al derribo de la vivienda
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Las seis personas que han pasado la noche en el calabozo tras ser detenidas este viernes en el desalojo de la vivienda ubicada en el número 29 de la calle Ofelia Nieto ya han sido puestas en libertad tras declarar ante el juez, según han asegurado a Europa Press fuentes judiciales. Durante el desalojo se detuvo a otras cinco personas, que quedaron en libertad en la misma tarde del viernes tras ser acusados de resistencia y desobediencia.

El desahucio de la vivienda en la calle Ofelia Nieto de la capital se convirtió ayer en una batalla campal que se saldó con once detenidos por alteración del orden público y lanzar material inflamable a los agentes que acudieron a efectuar el alzamiento. Se trata de la segunda vez que el Ayuntamiento de Madrid, con mandato judicial, acudía a la vivienda situada en el número 29 para hacer efectivo su desalojo después de años de conflictos judiciales por su expropiación que han dado finalmente la razón al consistorio. Hace un año y medio, en agosto de 2013, el recurso a los colectivos antidesahucios por parte de las tres familias que habitan el inmueble impidió, guardias nocturnas mediante, que se llevase a cabo en aquel momento.

Es por ello que el Ayuntamiento solicitó de nuevo a comienzos de este año la autorización de entrada en el domicilio, que será demolido para completar el plan urbanístico del entorno, que fue otorgada por el Juzgado de Instrucción número 28 el pasado 18 de febrero para su ejecución en los siguientes 20 días. Así, a las siete de la mañana de ayer los agentes se presentaron en la vivienda con una excavadora con la que, según los afectados, rompieron la puerta y fueron recibidos violentamente por los ocupantes de la casa, que llegaron a rociar con gasolina a los efectivos policiales.

Según fuentes municipales en aquel momento se produjeron las primeras siete detenciones y las otras cuatro tuvieron lugar horas después cuando varios miembros de colectivos en defensa de los habitantes de la casa acudieron a protestar por el alzamiento. Así, varios de los que acudieron se subieron a la excavadora para impedir que iniciase la demolición del edificio. En el forcejeo con los agentes fue arrestado un periodista gráfico y un miembro del Sindicato de Estudiantes. Tras el enfrentamiento el Samur atendió a tres personas en el lugar de los hechos; dos policías, con contusiones leves, y un manifestante, contusionado muy leve. Ninguno de los tres necesitó ser trasladado a un centro hospitalario.

Atentado contra la autoridad

Todos los detenidos fueron trasladados a la Comisaría de la Policía Nacional de Moncloa y de allí trasladados a Moratalaz. Cinco de los detenidos fueron puestos en libertad a última hora de la noche, acusados de resistencia y desobediencia, mientras que los seis restantes pasaron la noche en calabozo, acusados por atentado contra un agente de autoridad. En las redes sociales, los familiares y vecinos de los afectados aseguraron que no era de gasolina sino de agua lo que lanzaron a los policías.

Al respecto, el candidato socialista al Ayuntamiento de Madrid, Antonio Miguel Carmona, denunció la detención del periodista y del activista del Sindicato de Estudiantes y pidió explicaciones a la alcaldesa, Ana Botella, por los sucesos acaecidos durante el desalojo. Igualmente, la plataforma electoral Ganemos Madrid expresó su rechazo por el desahucio, que, según afirnó a Efe una de las propietarias de la vivienda, Ángeles Gracia, se había efectuado «sin previo aviso». Sin embargo, Gracia también confesó que habían presentado hace dos días un nuevo recurso de nulidad ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid contra la expropiación del edificio.

El detalle

Pelea sobre la excavadora

- Tras unos primeros momentos de resistencia en el interior de la casa, durante los cuales se produjeron las primeras detenciones, el forcejeo con la Policía se trasladó a lo alto de la excavadora que iba a proceder al derribo de la vivienda en Ofelia Nieto.