Sociedad

113 niños robados en España en 2015

La revista «Vida Nueva» confirma que nuestro país no es ajeno a la actuación de las mafias dedicadas a la explotación de menores.

Una mujer y una niña de Siria, en un campo de recepción para los migrantes cerca del pueblo de Röszke, Hungría
Una mujer y una niña de Siria, en un campo de recepción para los migrantes cerca del pueblo de Röszke, Hungríalarazon

Hace justo mes Europol reconocía desconocer el paradero de 10.000 niños refugiados llegados a Europa. Aunque la mirada se puso en ese momento en Italia y Alemania, al ser los países de mayor flujo migratorio reciente, la revista «Vida Nueva» confirma que nuestro país no es ajeno a la actuación de las mafias dedicadas a la explotación de menores.

Sólo con los informes de los que dispone Cruz Roja Española, en 2015 contabilizaron hasta 113 menores migrantes en paradero y situación desconocida. «Desgraciadamente estos números no suponen más que la punta del iceberg», lamentan desde la organización. Si se cruzan estos datos con los proporcionados por otras entidades como el Defensor del Pueblo, o la Fundación Amaranta -de las religiosas adoratrices-, la alarma de este drama invisible es aún mayor. «Es duro decirlo, pero los niños que desaparecen de nuestros centros ya no aparecen...», alerta Pilar Casas, directora de Amaranta, que denuncia la falta de iniciativas de las autoridades públicas.

Aunque se han incrementado los análisis de ADN de los menores que atraviesan las fronteras para frenar las estratagemas de las mafias con respecto a los llamados «niños ancla», bebes lactantes que acompañan a las mujeres que viajan a España con el objetivo de que sean ingresadas en un centro de protección y evitar así la inmediata repatriación a su lugar de origen, todas ellas víctimas de los casos de tráfico de mujeres. A este problema se suma la falta de seguimiento y control una vez en territorio español hace que el esfuerzo caiga en saco roto. A esto se une, según ponen de manifiesto todas las entidades que trabajan a pie de calle para rescatar a los menores, la ausencia de una ley contra la trata, del desarrollo de la Ley de Asilo y de un plan coordinado de atención.

El reportaje de investigación de «Vida Nueva» detalla casos concretos como el de siete bebés llegados a Puente Genil en manos de siete mujeres que decían ser sus madres el 10 septiembre de 2013. Se les realizó la correspondiente prueba de ADN, pero los resultados que confirmaron que no eran sus progenitoras no llegaron hasta el 30 enero de 2014. Para entonces ninguna se encontraba en los centros de acogida. Los menores desaparecieron con ellas. Hasta hoy.