China

Desmantelado el mayor punto de distribución de artículos falsificados de la UE

Los investigadores han acreditado hasta el momento un volumen de negocio ilícito superior a los 5.000.000 de euros y una actividad de blanqueo que superaría los 9 millones.

La complejidad de la investigación ha requerido la participación de cerca de 400 agentes
La complejidad de la investigación ha requerido la participación de cerca de 400 agenteslarazon

La Policía Nacional en colaboración con la Agencia Tributaria ha detenido a 71 personas y han intervenido 264.980 productos.

Agentes de la Policía Nacional ha desarrollado con la Agencia Tributaria, la mayor operación contra delitos de propiedad industrial y blanqueo de capitales llevada a cabo en España hasta la fecha, atendiendo al número y variedad de efectos intervenidos y su valor de mercado, número de establecimientos clausurados y activos financieros bloqueados.

Durante el operativo se ha detenido a 71 personas y se han practicado seis registros y 41 inspecciones en locales, naves y almacenes en los que se han intervenido 264.980 productos que vulneran los derechos de propiedad industrial, cuyo valor en el mercado ilícito superaría los ocho millones de euros.

Hasta el momento y a falta de analizar la documentación intervenida durante los registros practicados, se ha acreditado un volumen de negocio ilícito superior a los cinco millones de euros y una actividad de blanqueo de más de nueve. La complejidad de la investigación ha requerido la participación de cerca de 400 agentes de la Policía Nacional y funcionarios de la Agencia Tributaria que han trabajado durante tres años en su desarrollo y que ha propiciado esta operación contra el principal punto negro de distribución de artículos falsificados de la Unión Europea.

La Junquera y Le Perthus

La investigación se inició de oficio por la Policía Nacional en diciembre de 2013 debido a la vulneración reiterada de derechos de propiedad industrial en La Junquera y Le Perthus. Desde el inició los agentes se toparon con enormes dificultades debido a la experiencia de los investigados, la mayoría con antecedentes por delitos contra la propiedad intelectual e industrial. A pesar de las dificultades, en noviembre de 2014 los investigadores entregaron un informe a la Fiscalía de la Audiencia Nacional que abrió diligencias de investigación.

Durante este período, además de continuar las gestiones para lograr definir la estructura jerárquica y funcionamiento de la organización, se profundizó en la investigación patrimonial y de blanqueo de capitales de los investigados.

El carácter internacional de la organización y el modus operandi empleado, unido a la estructura de blanqueo de capitales y la importación de mercancías ilícitas, pusieron de manifiesto la necesidad de establecer cauces de comunicación con otros organismos nacionales e internacionales.

Paralelamente se recibieron 12 denuncias por vulneración de los derechos de propiedad industrial de ANDEMA (Asociación de Defensa de la Marca) y de varias marcas de reconocido prestigio, presentando éstas 29 pruebas de compra.

La Comisaría General de Policía Científica realizó peritaje sobre las referidas muestras resultando ser todos los productos falsos.

Sistema de organización horizontal

Durante las pesquisas los agentes comprobaron que los presuntos responsables de la distribución de productos falsificados formaban una estructura atípica. No estaba al frente de la misma un líder claro, predominando un sistema horizontal compuesto por tres grupos perfectamente coordinados que compartían canales de abastecimiento, almacenes y mecanismos de blanqueo de capitales.

También se supo que los investigados importaban a través de sociedades mercancías falsas procedentes diferentes países, especialmente de China, Turquía y Portugal. Otros productos, sobre todo marroquinería y cinturones, eran falsificados en España mediante la adquisición de productos “blancos” a los que adherían la fornitura con el logo y nombre de marcas de reconocido prestigio.

71 detenidos, 6 registros y 41 inspecciones

Tras tres años de investigaciones se llevó a cabo la fase operativa, en la que se llevaron a cabo seis entradas y registros, además de 41 inspecciones: 34 locales comerciales, 3 naves industriales y 4 almacenes, decretándose la clausura cautelar de todos ellos. Paralelamente a las diligencias de registro se materializaron 71 detenciones, se bloquearon 150 cuentas bancarias y se prohibió la disponibilidad de ocho inmuebles y de 30 vehículos de alta gama.

En total se han intervenido 264.980 productos -textil, calzado, relojes, gafas de sol, marroquinería, joyería y de otro tipo- que vulneran los derechos de propiedad industrial, con un valor estimado en el mercado ilícito que superaría los ocho millones de euros. También se han aprehendido dos planchas de estampación, miles de piezas de fornitura, documentación bancaria y relativa a la actividad ilícita, y 13.250 euros en efectivo.

Sistema de alerta rápida y almacenes secretos

Los investigadores han podido comprobar que los grupos desarticulados contaban con un sistema de alerta rápida, consistente en el uso de “aguadores” distribuidos en puntos estratégicos, que les permitían cerrar todos los locales en cuestión de pocos minutos cuando detectaban la presencia policial. Además, empleaban almacenes secretos en algunos de los locales. Concretamente se han descubierto siete de estos espacios ocultos tras falsas paredes, en los que guardaban las novedades, teniendo expuestas al público únicamente muestras. De esta forma evitaban perder los productos más demandados en caso de intervención policial.

Actividades de blanqueo

En relación a las actividades blanqueo de capitales procedentes de la comercialización de los productos falsificados, a falta de analizar la documentación intervenida, se ha acreditado un volumen negocio ilícito de 5.200.939,48€, ascendiendo el blanqueo de capitales hasta 9.032.540,28€. Para lavar el dinero utilizaban sociedades ficticias con testaferros al frente y contaban con un entramado bancario asociado a las personas físicas y jurídicas. Enmascaraban bajo una estructura comercial aparentemente legal sustentada en la facturación falsa, un conjunto de prácticas que tenían como fin el blanqueo de los capitales obtenidos en la venta de productos falsos.

También llevaban a cabo el envío constante de remesas al extranjero y traslado por carretera de dinero en efectivo a otros países europeos en los que disponían de infraestructura empresarial. Otra fórmula utilizada eran los préstamos entre familiares, simulando movimientos económicos. Para su asesoramiento económico-financiero la organización contaba con la colaboración de cuatro gestorías que les apoyaban en la ocultación de su actividad ilícita.