Centros de Enseñanza

Acoso a la escuela concertada

Uno de cada cuatro niños españoles estudia en un colegio subvencionado por el Estado y más de la mitad de estos centros son de ideario religioso.

Clase de religión con «minecraft». Daniel Pajuelo, sacerdote, ingeniero informático y educador ha introducido este curso el juego más famoso entre los adolescentes en sus clases con un gran éxito
Clase de religión con «minecraft». Daniel Pajuelo, sacerdote, ingeniero informático y educador ha introducido este curso el juego más famoso entre los adolescentes en sus clases con un gran éxitolarazon

Uno de cada cuatro niños españoles estudia en un colegio subvencionado por el Estado y más de la mitad de estos centros son de ideario religioso.

Las escuelas católicas concertadas temen por su futuro. Puede que la amenaza no sea inminente, pero existe preocupación por el mensaje que se está transmitiendo por parte de la izquierda más radical y por algunos partidos emergentes. «Es inquietante lo que escuchamos por parte del PSOE o Podemos, que piensan que hay que eliminar la escuela concertada y que debe ser subsidiaria de la pública, es decir, que sólo debe estar allá donde no llega la pública», se lamenta José María Alvira, secretario general de Escuelas Católicas. Durante la semana pasada celebraron su XIII Congreso que reunió a 1.800 educadores, directores, titulares de centros y miembros de la escuela católica de toda España. Estaban invitados los secretarios generales de todos los partidos políticos para que expresaran abiertamente su postura sobre este tipo de centros que suponen el 25% del total de centros educativos en España y de ellos el 60% son católicos. No acudió ningún representante. Una cuestión que se ha interpretado como una «falta de convicción de los partidos políticos, incluido el PP, que siempre se ha manifestado partidario de defender la libertad de elección de centro de los padres, pero falta claridad de ideas», añade Alvira.

«No todos en el PP están de acuerdo: los hay que son partidarios del “cheque escolar”, un sistema por el que se paga a los padres y son luego ellos los que eligen el centro y abonan la cantidad que se les pida, pero este sistema no nos parece bien porque no garantiza la equidad. Puede que el precio que exija un centro sea superior al del cheque que reciba una familia y eso ya le impida acceder a la educación que quieren para su hijo», dice el secretario general de Escuelas Católicas.

Alvira cree que en España se ha formado «un estado de opinión en favor de la escuela pública y en contra de la escuela concertada que tiene entre una de sus manifestaciones públicas a la “marea verde”. Este movimiento surgió para criticar la “Ley Wert”, a la que también se llamó la “ley de la concertada”, cuando no nos ha proporcionado ningún beneficio... Esta misma amenaza se percibe en otros países como Francia, Bélgica, Holanda».

Alvira se lamenta de que algunos confundan el hecho de que ayudar a la escuela concertada es ayudar a la Iglesia. Sin embargo, en estas escuelas católicas fueron precisamente en las que se formaron ex ministros de educación como Otero Novas, Solana, Rubalcaba, Esperanza Aguirre, Ángel Gabilondo o José Ignacio Wert.

El presidente de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), Alfonso Aguiló, defiende la enseñanza concertada no sólo por el hecho de que suponga un ahorro al Estado de 6.000 millones anuales y beneficie a más de dos millones de personas en unos centros en los que el 13,7 por ciento de los alumnos son extranjeros, sino porque «se cumple un mandato constitucional, como es el de pluralidad en la educación. Igual que no queremos volver a los tiempos del sindicato único, no queremos que haya una escuela única, sino plural». El presidente de la patronal de la enseñanza privada y concertada cree que los tiempos políticos que se avecinan son más favorables al ansiado pacto educativo que exige históricamente el sector educativo por la fragmentación política que parece que habrá en España. «Ahora, igual que todos hacen primarias y quieren dar la voz al ciudadano, habría que hacer primarias en la educación y dar voz a las familias, que son las que tienen que decir qué es lo que quieren, no lo que se les ocurra a los partidos».

Hace unas semanas, asociaciones de padres y centros lanzaron una campaña informativa en defensa de la enseñanza concertada después de apreciar que existe una cierta desinformación sobre este tipo de educación y una confrontación por parte de algunas ideologías. El objetivo era que se conociera mejor la labor que desempeñan estos centros.

«En la casa de los López no se echa ketchup a la tortilla», era el lema de la campaña con el que se pretende destacar no sólo los beneficios de este modelo, sino defender la libertad de enseñanza.

Los impulsores de la campaña creen que cada uno elige como educar a sus hijos. Por eso pueden leerse eslóganes como «Los Álvarez sólo pueden usar el móvil una hora al día»; «Los García ven el fútbol con la voz de la radio» o «Inés siempre duerme con la luz del pasillo encendida». Estos centros reivindican que la variedad de enfoques educativos es una riqueza cultural y humana, que la educación concertada favorece la libertad de elección a familias con pocos recursos, que los padres son los responsables de la educación de los hijos y que el Estado no subvenciona a empresas, sino a personas».