Adolescente, con ansiedad y retraimiento social, perfil de «alto riesgo» de psicosis

"La esquizofrenia es uno de los trastornos más graves. Una de las diez principales causas de discapacidad. Cuanto antes intervengamos, mejor va a ser su diagnóstico y menor la pérdida de sustancia gris", afirma Celso Arango, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital General Universitario y director científico del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam). Y es que España está a la cola de Europa en la implantación de unidades de detección precoz que funcionan, desde hace años, en otros países como Reino Unido y Dinamarca. "Por ley, deberían abrirse estas unidades en nuestro país porque no sólo aumentan e porcentaje de personas que pueden llevar una vida normal y mejoran su pronóstico, sino que también ahorran dinero al Sistema Nacional de Salud (SNS)", apunta el experto. Y es que cada año en España se dan unos 18.000 nuevos casos de brotes psicóticos, de los que un tercio, alrededor de 6.000 deriven en esquizofrenia. Las personas con estados mentales "de alto riesgo", que presentan síntomas como ansiedad, desconfianza, retraimiento social o consumo de tóxicos tienen entre un 30 y 40 por ciento de posibilidades de desarrollar psicosis. Y estos primeros brotes "suelen aparecer en la adolescencia, en torno a los 16 años", añade el psiquiatra.

Belinda Lennox, profesora del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Oxford, lleva 15 años trabajando en el diagnóstico precoz y sostiene que "este tipo de intervención salva vidas porque reduce los casos de suicidio"que, de acuerdo con Arango se dan "en un 15 por ciento de los casos. Después de un primer episodio, aumentan las posibilidades de suicidio". Y añade: "Viven 20 años menos que la población general". "Gracias a la implantación de estas unidades, por cada libra que invertimos, ahorramos diez"a al Sanidad británica. Por eso, estos equipos especializados se han convertido en un obligación y se han ido extendiendo por todo el país.

La investigadora danesa Marianne Melau, enfermera especializada en esquizofrenia, trabaja en una de las 19 unidades que ya existen en Dinamarca y apunta a que el "90 por ciento de las personas con esquizofrenia que son tratadas en estas unidades se adhieren al tratamiento, no lo dejan", mientras que en los casos que no cuentan con este seguimiento el porcentaje baja mucho.

En España, dar con el diagnóstico de esquizofrenia tarda alrededor de dos años medio desde el inicio de los primeros síntomas, mientras que si se cuentan con las unidades especializadas "el tiempo se puede reducir a seis semanas", sostiene Lennox. Por ello, Arango urge en la necesidad de implantar estas unidades en España para también ayudar al diagnóstico en Atención Primaria y en las escuelas. Uno de los pocos proyectos pilotos de este tipo que se está desarrollando en España lo realiza la Fundación Manantial, en Madrid, cuya financiación es totalmente privada, aunque el espacio sí que se lo ha cedido la Comunidad de Madrid.