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Carcaño a Antonio del Castillo: «No sé dónde está el cuerpo. Pregúntale a mi hermano»

El padre de Marta se entrevistó ayer en la cárcel con el asesino confeso, que señaló que fue Javier Delgado «quien se deshizo del cadáver»

Antonio del Castillo visitó ayer a Carcaño en la cárcel
Antonio del Castillo visitó ayer a Carcaño en la cárcellarazon

Tal y como adelanta hoy LA RAZÓN, Carcaño insiste en que el responsable de todo es su hermano, que pudo volver a mover el cadáver a otro sitio y que "el Cuco"estuvo con ellos.

Pandora dijo a Prometeo que lo último que había en la caja y, por tanto, lo último que se podría perder, era «la Esperanza». La caja de Pandora, entre todos los males del mundo, albergaba un hálito de misericordia que Miguel Carcaño, ocho años después del crimen, no concede a la familia de Marta del Castillo. Ayer concluyó la nueva búsqueda en el Guadalquivir sin resultados. Prácticamente al tiempo que la Policía Nacional, con el apoyo de la Armada, finalizaba las labores de rastreo, el padre de la víctima mantenía un encuentro con el asesino confeso en la cárcel de Herrera de la Mancha para tratar de esclarecer el paradero de su hija. Carcaño, según pudo saber LA RAZÓN, aseguró que «no sabe nada». «Pregúntale a mi hermano», señaló, en referencia a Francisco Javier Delgado, que ya fue juzgado por encubrimiento y absuelto por la Audiencia de Sevilla y luego por el Supremo. El asesino confeso mantiene que fue Delgado «quien se deshizo del cuerpo».

Al término de la entrevista, Antonio del Castillo lamentaba «no haber llegado a tiempo de agradecer a los buzos de los GEO su esfuerzo, venía de camino de hablar con Miguel Carcaño». El padre de Marta, según confirmó este periódico, solicitó al ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, entrevistarse con Miguel Carcaño durante la visita que el alto cargo realizó el domingo a su domicilio para ofrecerle su apoyo y los pormenores de la nueva búsqueda. El encuentro se produjo ayer por la mañana y, durante el mismo, Carcaño apuntó a su hermano por parte de madre en el crimen.

Siento no haber llegado a tiempo de agradecer a los buzos de los GEOS su esfuerzo, venía de camino de hablar con Miguel Carcaño.

Después de la entrevista, Antonio del Castillo emplazaba a los medios a que le dejaran tranquilo hasta la mañana de hoy. Solo habló con el ministro del interior, Juan Antonio Zoido, en dos ocasiones para trasladarle su conversación con Carcaño y confesarle sus sensaciones. Por su parte, el ministro le trasladó que "seguiremos haciendo todo lo que esté en nuestra mano"para ayudarle a encontrar a su hija.

Por la mañana, Antonio comparecía ante los medios para insistir en lo publicado por este diario e indicar que el cadáver de Marta del Castillo fue trasladado por su hemanastro, Javier Delgado, a una finca de La Algaba, población cercana a la capital andaluza, y que no descarta que lo haya cambiado posteriormente a otro lugar, tras descubrirse el crimen: "Para él, su hermano la ha tenido que cambiar de sitio; son palabras textuales de Miguel Carcaño".

Sobre la forma en la que se gestó la entrevista, Del Castillo afirmó que "me decidí, no tenía nada que perder; ochocientos kilómetros y un día es lo único que pierdo, fui y pude hablar con él".

Según ha dicho, Miguel Carcaño le aseguró que el cadáver de Marta no está en el Guadalquivir, donde infructuosamente lo ha buscado esta semana un equipo de los GEO de la Policía Nacional, sino que fue trasladado por su hermanastro, Javier Delgado, a la finca "La Majaloba", ubicada en la localidad de La Algaba. "Él (Miguel Carcaño) me dice que su hermano se hizo cargo de todo, que él se quedó paralizado y que el hermano fue por el coche de la exmujer, Rosa, y le cogió la silla para montarla en el vehículo y que su hermano fue a tiro hecho", ha relatado.

Ha asegurado que ayer le recordó a Carcaño "que estaba cumpliendo una pena y que a causa de sus mentiras, su última declaración el juez no se la creía"frente a lo cual, el asesino de su hija "se encogió de hombros"y le dijo "que él siempre siguió las indicaciones de su hermano en sus declaraciones ante la policía".

Carcaño no mostró ningún arrepentimiento frente a Antonio del Castillo, quien se adelantó a darle la mano "respetuosamente, porque es mi manera de presentarme". "Lo vi con la cabeza gacha, la voz entrecortada y demacrado", ha explicado.

Aunque ha rehusado pronunciarse sobre si se cree el relato que ayer le relató Carcaño, en presencia de un funcionario de prisiones, Antonio del Castillo se ha extrañado de que el hermanastro del asesino de su hija se arriesgue a vivir "toda su vida en manos de una persona que te puede delatar". "Le achaco que a causa de sus mentiras el juez no lo creyó, y su hermano está libre y él se va a comer veintiún años allí (en prisión); se encogió de hombros, como asintiendo, que yo tenía razón y pienso que se arrepiente de haber dicho tantas mentiras", ha añadido.

Carcaño también le confirmó ayer que "El Cuco"estuvo en el traslado del cadáver de Marta hasta la finca de La Algaba "amenazado"por su hermanastro "y que ayudó poca cosa y salió corriendo". Ha lamentado que ayer no se hubiera podido despedir de los GEO de la Policía Nacional, que esta semana han rastreado la dársena del Guadalquivir, "para agradecerles el esfuerzo que han hecho", y ha confesado que se encuentra "decepcionado"por lo infructéoso de esta búsqueda.

Preguntado si va a solicitar nuevas búsquedas del cadáver de su hija, Antonio del Castillo ha espetado: "Yo a la policía no le voy a pedir nada, yo buscaré como pueda".

El asesino confeso se mantiene, en parte, en la séptima versión ofrecida sobre el crimen. Entonces habló de un paraje de La Rinconada –la finca Majaloba, que también fue rastreada– como lugar donde fue enterrado el cuerpo. En aquella ocasión, en 2013, Carcaño acompañó incluso a los agentes para apuntar el lugar exacto del paradero de la joven. Esta versión sostenía que Marta medió aquella noche, sobre las 22:00 horas del 24 de enero de 2009, en una discusión entre Carcaño y su hermano por haberse gastado el dinero de la hipoteca y Francisco Javier le habría propinado un golpe con una pistola a la que tenía acceso como vigilante de seguridad. También se buscó en otra finca de La Rinconada y en Camas tras esta versión.

Era la primera vez, hace cuatro años, que Carcaño inculpaba a su hermano, dejando fuera a su amigo Samuel Benítez –también absuelto de encubrimiento–, con quien llegó a tener un careo en el juicio acusándole de hacer desaparecer el cuerpo. La Policía citó para declarar a Javier Delgado de nuevo, que se negó a responder al asegurar que desconocía los hechos que se le atribuían e imputarle un delito de homicidio. La defensa de Delgado habló de una «venganza» de Carcaño hacia su hermano al cortar todo vínculo con él desde que sucedieron los hechos.

Rocío, la entonces menor que mantenía una relación con Carcaño cuando sucedió el crimen, también declaró ante el juzgado que, según le habría contado el condenado, su hermano y él golpearon a Marta hasta acabar con su vida. Habría salido de madrugada del piso de Camas en el que vivía para «limpiar pruebas» en el escenario del crimen de la calle León XIII de Sevilla. Según el testimonio de la joven, Carcaño le dijo que arrojaron el cuerpo a una arboleda cercana a Camas, donde se han efectuado varias búsquedas infructuosas.

El Tribunal Supremo elevó la condena de Carcaño a 21 años y tres meses por el daño innecesario producido a la familia, con los cambios de versión y por no haberles llevado hasta el cuerpo. El padre de Marta, recién llegado de Herrera de la Mancha, definía su estado emocional y físico tras el nuevo varapalo: «Estoy muerto».

Una escopeta de aire comprimido, bloques de hormigón, un hueso de vaca, botellas, troncos o una bicicleta oxidada. La Policía amplió incluso el radio de búsqueda de Marta –entre el puente del Alamillo y de la Barqueta– más allá de lo marcado en las correcciones de los agentes al informe del criminólogo Nacho Abad y del geólogo Luis Avial, pero no se consiguió localizar el cuerpo. Antonio del Castillo agradeció la labor de la Policía Nacional, lamentando «la que se ha montado, sin que haya dado resultado». «Viendo cómo se iba desarrollando la búsqueda y que no había resultado, ya nos lo veíamos venir», lamentó Del Castillo.