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La lava de «El Señor de los anillos», cuestión de cálculo

Un matemático consiguió con algoritmos que la nieve de «Frozen» pareciera real

La imagen del Monte del Destino está basada en ecuaciones
La imagen del Monte del Destino está basada en ecuacioneslarazon

Las ciencias matemáticas y físicas se han hecho un hueco en la industria del cine. Sobre todo en lo que respecta a los «blockbusters», en los que los efectos especiales copan gran parte del protagonismo de la función, hasta el punto de robar protagonismo a los propios actores. Algunos de estos «magos» expertos en recrear la naturaleza en la gran pantalla se han reunido la pasada semana en la XIX Conferencia Europea de Matemáticas en la Industria, que se ha celebrado en Santiago de Compostela, y que está organizada por el Departamento de Matemática Aplicada de la Universidad de Santiago de Compostela y la Red Española Matemática-Industria.

Es el caso de Ignacio Vargas, de la empresa española Next Limit Technology. A ellos se debe el impactante final de «El retorno del rey», última parte de la trilogía de «El señor de los Anillos». Y concretamente, la parte ambientada en el Monte del Destino, cuando Frodo arroja el anillo a la lava. «Todo se basa en ecuaciones y en la formulación física y matemática», explica Vargas a LA RAZÓN. «Desarrollamos un software que realiza constantemente un cálculo número con el objetivo de reflejar el comportamiento físico más parecido a la realidad», añade. Y, para ello, sus programas deben incoporar las ecuaciones de Newton y Kepler, entre otros. Así, Vargas adquirió las bases físicas y matemáticas tras estudiar Ingeniería Aeronáutica; pero en lo que respecta a la formación informática fue autodidacta.

Su empresa está especializada en recrear fluidos, una labor que les valió un Oscar al mérito técnico en 2008 por su programa Real Flow. Entre sus grandes hazañas se encuentra el agua de «Ice Age» y el chocolate espeso de «Charlie y la fábrica de chocolate». Pero, sin duda, su labor en «El retorno del rey» fue la más laboriosa. Primero, porque no es posible desplazarse a un volcán en erupción para estudiar el movimiento de la lava. Después, porque empearon seis meses en recrearla, trabajando muchos días de noche debido al cambio horario con Nueva Zelanda, país en el que se encontraba el equipo de rodaje. «Fue todo un reto, hubo que hacer mil pruebas», explica.

«Los gráficos tradicionales tenían que ver con la representación, con la creación de un mundo virtual en la pantalla. Pero es la dinámica de los materiales lo que parecía irreal», afirma Joseph Teran, matemático que diseñó la nieve de «Frozen», film de Disney galardonado con el Oscar a la Mejor Película de Animación. «Para que parezca real, es necesario crear nuevos algoritmos en las aplicaciones que crean gráficos por ordenador. Y para ello, son necesarias las Matemáticas y la Física», añade. No en vano, el reto de «Frozen» fue lograr que los personajes pudieran interactuar con la nieve de una forma realista. «Para una sola toma, empleamos toda una semana», dice.