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Primera secuenciación de ADN en el espacio

Con este sistema, los astronautas podrían diagnosticar una enfermedad, o identificar los microbios que crecen en la Estación Espacial Internacional

La posibilidad de secuenciar el ADN de los organismos que viven en el espacio abre un nuevo mundo de posibilidades científicas y médicas, según un comunicado de la NASA.

ADN ha sido secuenciado con éxito por primera vez en microgravedad como parte del experimento Biomolecule Sequencer realizado por la astronauta Kate Rubins en la Estación Espacial Internacional. La posibilidad de secuenciar el ADN de los organismos que viven en el espacio abre un nuevo mundo de posibilidades científicas y médicas, según un comunicado de la NASA. El ADN, o ácido desoxirribonucleico, contiene las instrucciones que cada célula en un organismo en la Tierra necesita para vivir. Estas instrucciones se representan con las letras A, G, C y T, que identifican las cuatro bases químicas del ADN -adenina, guanina, citosina y timina-. Tanto el número como la disposición de estas bases difieren entre los organismos, por lo que su orden, o secuencia, se pueden utilizar para identificar un organismo específico.

Con un sistema para secuenciar el ADN en el espacio, los astronautas podrían diagnosticar una enfermedad, o identificar los microbios que crecen en la Estación Espacial Internacional y determinar si representan una amenaza para la salud. Un secuenciador de ADN basado en el espacio sería una importante herramienta para ayudar a proteger la salud de astronautas durante la misión de larga duración en el viaje a Marte, y los futuros exploradores podrían usar potencialmente la tecnología para identificar formas de vida basadas en el ADN fuera de la Tierra.

El experimento incluyó muestras de ADN de ratón, virus y bacterias para probar un dispositivo de secuenciación de ADN comercialmente disponible, llamado MinION, desarrollado por Oxford Nanopore Technologies. El MinION funciona mediante el envío de una corriente positiva a través de poros en las membranas incrustadas en el interior del dispositivo, llamadas nanoporos. Al mismo tiempo, fluido que contiene una muestra de ADN pasa a través del dispositivo. Moléculas individuales de ADN bloquean parcialmente los nanoporos y cambian la corriente en una manera que es única para esa particular secuencia de ADN. Viendo esos cambios, los investigadores pueden identificar la secuencia específica de ADN.

Rubins, experta en biología molecular, condujo la prueba a bordo de la estación mientras que los investigadores secuenciaron muestras idénticas simultáneamente en la Tierra, para comprobar que la microgravedad no alteraba el proceso.

El uso del dispositivo en el entorno de microgravedad presenta varios desafíos potenciales, según Aaron Burton, científico planetaria e investigador principal del experimento, incluyendo la formación de burbujas de aire en el líquido. En la Tierra, las burbujas suben a la parte superior de una solución líquida y pueden ser removidas por fuerza centrífuga, pero en el espacio, las burbujas son menos predecibles. "Nuestra mayor preocupación es que podría bloquear los nanoporos", dijo.