Espacio

«Queremos explorar la cara oculta de la Luna»

James Green, director de la División de Ciencias Planetarias de la NASA, cree que el ser humano no pondrá el pie en Marte antes de la década de 2040

James Green, director de la División de Ciencias Planetarias de la NASA
James Green, director de la División de Ciencias Planetarias de la NASAlarazon

James Green, director de la División de Ciencias Planetarias de la NASA, cree que el ser humano no pondrá el pie en Marte antes de la década de 2040

New Horizons, la sonda que ha sobrevolado Plutón, copó el protagonismo de la conferencia impartida esta semana en el Planetario de Madrid y con la colaboración de Obra Social la Caixa por James Green, director de la División de Ciencias Planetarias de la NASA. Pero Marte y la Luna también están en los planes de la agencia espacial. LA RAZÓN habló con Green para detallar los objetivos de la NASA a corto y a largo plazo.

-Recientemente se descubrieron en Plutón dos volcanes que, actualmente, están congelados. ¿Qué nos dice este descubrimiento sobre la naturaleza del planeta?

-Estos dos volcanes han sido una sorpresa. Nos dicen que ese mundo ha sido muy activo, no sólo en el pasado sino hoy en día. Pensamos que son “criovolcanes”: regiones donde el material ha salido de dentro a fuera, de un proceso volcánico de fusión que ha ido inyectando ese material, creando y construyendo montañas. Así, es un volcán en forma de escudo. Hemos tenido mucha suerte de verlo. Estaba en el borde de la zona que separa la luz de la oscuridad.

-¿Qué podemos asegurar a día de hoy de Plutón?

-Plutón es muy diferente de lo que imaginábamos. Pensábamos que era parecido a nuestra Luna, y es bastante más pequeño. No obstante, hay regiones en Plutón que no tienen ni un solo cráter. La superficie tiene tres tipos de hielo que forman grandes glaciares: hielo a base nitrógeno, a base de metano y a base de monóxido de carbono. Ha sido una gran sorpresa para nosotros. Plutón tiene una atmósfera. Éso lo sabíamos, pero ahora entendemos mucho mejor su física. Lo que se han creado en esa atmósfera son las tolinas. Son como áreas de niebla que pueden alcanzar los 150 kilómetros de altura. Dentro de esa neblina, el metano evaporado y el monóxido de carbono se han descompuesto por la luz del sol y el viento solar. Después se han recombinado en cadenas muy complejas de moléculas de carbono. Forman partículas que caen como lluvia. Si estuviéemos en Plutón veríamos como nieve de tolinas cayendo. Son de color rojo. Dan ese color rojizo a Plutón.

-Supongo que el debate en torno a si Plutón es un planeta enano está ya cerrado...

-En la NASA no nos importa nada el nombre. Piense en esto: durante su vida, hemos ido descubriendo toda una región en el sistema solar que se llama el cinturón de Kuiper, del que forma parte Plutón. Entonces, puede haber decenas de miles de objetos en ese cinturón. Ahora mismo hemos descubierto 1.500 objetos... sólo desde que usted ha nacido.

-China está apostando por las misiones a la Luna. Incluso podría enviar una misión tripulada. ¿Es algo que tenga en mente la NASA?

-Ahora mismo tenemos una misión en órbita alrededor de la Luna: la Órbita de Reconocimiento Lunar. Es un tomador de imágenes de alta resolución por el que cada píxel tiene 75 centrímetros cuadrados. Ésa es nuestra misión activa. En estos últimos años hemos tenido algunas misiones, como LADEE, que han estudiado la atmósfera de la Luna: los gases exteriores y el viento solar que llegan al satélite. Esta misión duró unos 100 días. En estos años también tuvimos la misión GRAIL. También abarcó unos 100 días. Su objetivo eran dos sondas que se desplazaban desde la misma posición, que eran atraídas por la gravedad de la Luna de forma diferente, dependiendo de la distancia. A partir de sus movimientos pudimos entender la gravedad, la corteza y su interior. Y éso es muy importante: entender el origen de la Luna y de qué manera se formó. La Luna ha sido muy importante para nosotros y lo seguirá siendo. Estamos considerando otra serie de misiones a la Luna. Una es para conseguir muestras de la cara oculta de la Luna, que se llama la cuenca del polo sur, una región muy grande. No es seguro, pero lo estamos considerando. Hay otra misión que busca introducir instrumentos de medición en tres sitios diferentes de la Luna para entender su estructura. Una misión Apolo colocó esos mismos instrumentos y descubrimos que la corteza lunar se arruga. Cualquier impacto con la corteza la arruga. Esos instrumentos no eran lo bastante sensibles como para entender la parte interior de la Luna. Tuvimos que repetir ese experimento con instrumentos mucho mejores, que podían hacer mediciones a través de las ondas de propagación del sonido. La nueva idea sería colocar aparatos más sensibles que podrían ver esas ondas que se propagan. No entendíamos bien la Luna cuando hicimos aquellos experimentos.

-Se han anunciado nuevos descubrimientos en Marte: el agua en la superficie del planeta y los efectos del viento solar en su atmósfera. ¿Han supuesto una sorpresa o la NASA lo esperaba?

-El agua en la superficie ha sido un gran descubrimiento. Fue una gran sorpresa. Habíamos hecho mediciones que no entendíamos. En verano, veíamos en las paredes de los cráteres zonas oscuras que iban apareciendo, formas muy largas, del tamaño de un par de campos de fútbol, de varios cientos de metros y tan anchas como esta sala en la que estamos ahora. Hemos observado esas zonas durante cuatro años y no entendíamos ese fenómeno. Ahora sí que sabemos que es agua líquida no congelada. No es que las moléculas se han juntado para formar hielo, para nada.

-Todos hemos apuntado esa fecha de la década de 2030 como la posible llegada del hombre a Marte. ¿Es una fecha fija o podría ser pospuesta?

-En la década de 2030 podríamos ir alrededor de Marte y volver. Aterrizar en una de las lunas de Marte y volver, probablemente, no sería antes de 2040.

-A día de hoy, ¿cuáles son las principales dificultades técnicas para mandar esa misión tripulada?

-Hay varias. Primero, crear un hábitat en Marte supone una cantidad significativa de masas de material. Ahora podemos depositar en la superficie una tonelada métrica. Pero tenemos que depositar hasta 40 toneladas métricas, 40 veces lo que hemos conseguido. Éso va a suponer unas cuantas pruebas en los años 2020, usando diferentes técnicas. Probablemente lo haremos depositando cada vez 10 toneladas. Si podemos depositar más cada vez, mucho mejor. Hay otro reto: un entorno con mucha radiación. Se habla mucho de lo grave que podría ser. Estamos sacando mediciones de las radiaciones constantemente. Hay un instrumento de Curiosity que transporta tierra a Marte y que hace mediciones todo el tiempo. Tenemos bastante información. Y sabemos que si un grupo de seres humanos viajaran y volvieran, aumentaría un 3% su riesgo de sufrir un cáncer. Si hablas con los astronautas y les dices: “Vas a ser el primero en ir a Marte, y éso aumenta un riesgo un 3% tu riesgo de sufrir un cáncer. ¿Irías?”. Probablemente, la respuesta sería no. Vamos a hacer investigaciones para rebajar ese porcentaje.