Espacio

¿Un asentamiento humano en la luna Titán?

Dos científicos repasan las virtudes de apostar por este satélite de Saturno como posible colonia para los seres humanos

Imágenes de Titán tomadas por la Nasa
Imágenes de Titán tomadas por la Nasalarazon

Instalar una colonia de seres humanos en un lugar que no sea la Tierra sigue siendo, hoy en día, un asunto de la ciencia. Hacerlo en Titán, la luna del planeta Saturno, a 185 grados centígrados bajo cero, parece poco más que un argumento de ciencia ficción. O no.

Por muy increíble que parezca, Titán podría ser el único lugar conocido de nuestro Sistema Solar en el que se podría levantar un asentamiento humano que sea autosuficiente y permanente. Esta es la conclusión a la que llega un estudio científico que propone un punto de partida: olvidar los argumentos más obvios (proximidad a la Tierra y temperaturas mínimamente similares) y centrarse en los que están más relacionados con la propia supervivencia de la misión colonizadora.

Este planteamiento elimina de la lista de candidatos a los dos destinos más cercanos, Marte y la Luna, ya que, como destaca la revista Scientific American, ninguno de los dos está protegido por una magnetósfera o atmósfera. Así, los rayos cósmicos galácticos (GCR, por sus siglas en inglés) y las partículas energéticas de supernovas distantes bombardean las superficies de la Luna y Marte.

Según explican los científicos Charles Wohlforth y Amanda R. Hendrix, autores de Beyond Earth: Our Path to a New Home in the Planets, a los potenciales efectos cancerígenos de este fenómeno se ha añadido en recientes investigaciones el de causar daños cerebrales. Esto es así porque los GCR incluyen partículas, tales como núcleos de hierro, que viajan casi a la velocidad de la luz y destruyen el tejido cerebral.

En la Tierra, estamos protegidos de los GCR por el agua en la atmósfera. Pero se necesitan dos metros de agua para bloquear la mitad de los GCR presentes en el espacio desprotegido. Por ello, un asentamiento en la Luna o Marte tendría que ser construido bajo tierra para estar a salvo de esa radiación.

Por ello, afirman los dos investigadores, el siguiente hogar potencial para los humanos está entre las lunas de Júpiter y Saturno, con un favorito indiscutible: la luna de SaturnoTitán, el cuerpo más parecido a la Tierra.

Entre sus virtudes está que es el único otro cuerpo en el sistema solar con líquido en la superficie, con sus lagos de metano y etano que, sorprendentemente, se parecen a las masas de agua de la Tierra. Llueve metano en Titán, llenando pantanos de vez en cuando. Las dunas de hidrocarburos sólidos se parecen notablemente a las dunas de arena de la Tierra.

Para protegerse de la radiación, Titán tiene una atmósfera de nitrógeno un 50 por ciento más gruesa que la de la Tierra. La magnetosfera de Saturno también proporciona refugio. En la superficie, grandes cantidades de hidrocarburos en forma sólida y líquida están listos para ser usados como energía. Aunque la atmósfera carece de oxígeno, el agua congelada, justo debajo de la superficie, podría utilizarse para proporcionar el oxígeno para la respiración y para quemar los hidrocarburos como combustible.

El problema, claro está, es el frío, de en torno a -180 ° C (-291 ° F), pero, y aquí está lo más llamativo, gracias a su gruesa atmósfera, los residentes no necesitarían trajes de presión, solo ropa caliente y respiradores. Las casas podrían ser de plástico producido a partir de los recursos ilimitados cosechados en la superficie y podrían consistir en cúpulas infladas por oxígeno y nitrógeno cálidos. La facilidad de construcción permitiría grandes espacios interiores, destacan los investigadores.

“Los titanianos (como los llamamos) no tendrían que estar todo el tiempo adentro. Las oportunidades recreativas en Titán son únicas. Por ejemplo, usted podría volar. La débil gravedad, similar a la de la Luna, combinada con la espesa atmósfera, permitiría a los individuos volar con alas en sus espaldas. Si las alas se caen, no se preocupe, el aterrizaje será fácil. La velocidad terminal en Titán es la décima parte de la que tenemos en la Tierra”, escriben Charles Wohlforth y Amanda Hendrix.

El problema es que, por el momento, el hombre no ha desarrollado la tecnología para llegar hasta allí, ni tan siquiera a destinos más próximos. Todo es cuestión de tiempo.