Ciencias humanas

Un fósil de serpiente con cuatro patas, posible eslabón con las culebras

El descubrimiento de un fósil de cuatro patas de una serpiente insinúa que este suborden puede haber evolucionado a partir de un animal de madriguera, y no de un animal marino, como se creía hasta ahora. El logro fue posible tras el análisis genético y las características morfológicas de esta especie en comparación con otras especies de serpientes conocidas. Con los datos en la mano, los autores, un equipo de University College London, han determinado que la criatura de cuatro patas un antepasado de las serpientes de hoy en día.

La especie recién descubierta 'amplectus Tetrapodophis', vivió durante el Cretácico Inferior, entre 146 y 100 millones de años atrás, y mantiene muchas de las características de las serpientes clásicas: el hocico corto, larga caja craneal, cuerpo alargado, escalas, colmillos y una mandíbula flexible para tragar presas grandes. También mantiene la estructura de vértebras típica vistas en las serpientes de hoy en día que permite la extrema flexibilidad necesaria para constreñir a la presa.

Por el contrario, la principal diferencia evidente son sus cuatro extremidades, que no parecen haber sido utilizadas para la locomoción. Según explican los científicos, el fósil tiene los dígitos exteriores más cortos y los segundo dígitos alargados, lo que sugiere que las extremidades se utilizaban para agarrar, ya sea para aprovechar presas o para estrecharse durante el apareamiento.

Los autores del trabajo, publicado en 'Science', también señalan que el espécimen tiene la cola larga, y no comprimida lateralmente como se encuentra típicamente en los animales acuáticos, lo que sugiere aún más que las serpientes no evolucionaron de ancestros marinos.