Sociedad

Cinco sospechosos por la desaparición de Diana Quer

Los investigadores han estrechado el círculo y recaban pruebas en su contra. La Guardia Civil mantiene que la joven pudo regresar a casa.

Diana Quer posa ante una embarcación que lleva su nombre
Diana Quer posa ante una embarcación que lleva su nombrelarazon

Los investigadores han estrechado el círculo y recaban pruebas en su contra. La Guardia Civil mantiene que la joven pudo regresar a casa.

El grupo de la Guardia Civil encargado de todo lo relativo a la desaparición de Diana Quer, integrado por agentes de la Unidad de Policía Judicial de la Comandancia de La Coruña y de la Unidad central Operativa (UCO), trabaja intensamente para encontrar datos sobre cinco individuos, sus teléfonos, movimientos, historial, etcétera, que les puedan relacionar con la joven, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del asunto.

Después de acumular abundante material informativo desde que se produjo dicha desaparición, el pasado 22 de agosto, los investigadores están convencidos que entre todo ese material está la clave que les permitirá resolver el caso. Sin embargo, advierten de que el trabajo es, tiene que serlo, necesariamente lento y minucioso para que no se escape ningún detalle.

El tiempo pasado hace casi descartar una desaparición voluntaria, aunque esa hipótesis se debe mantener siempre, por lo que se buscan las pistas en torno a esos cinco individuos, que pudieron estar con Diana aquella madrugada y llevarla en sus vehículos.

Hasta el momento, no se dispone de evidencias suficientes como para montar una vigilancia intensa sobre alguno de ellos y solicitar a la jueza que lleva el caso algunas medidas para complementar dicha vigilancia.

Por lo que respecta a los movimientos que hizo Diana la madrugada de su desaparición y que, según algunas versiones, hacen imposible que pudiera volver a su casa desde las fiestas de A Pobra de Caramiñal para después salir de nuevo, las fuentes consultadas han señalado que los cálculos que han realizado los agentes especializados de la Guardia Civil indican lo contrario.

Es perfectamente compatible lo que se sabe por los teléfonos y algunos testimonios, que Diana regresara a su casa y volviera a salir, agregan las citadas fuentes que desconocen cómo se han realizado esos otros cálculos.

La seguridad absoluta de que volviera a casa, y de otros movimientos, no se puede tener, ya que su propia madre ha declarado que estaba dormida. Al principio, manifestó que no había vuelto al chalet donde pasaba las vacaciones; después, admitió que sí podía haber estado allí.

Los datos contradictorios que desde el principio se han facilitado a la Guardia Civil y que retrasaron de una forma importante las pesquisas iniciales, han tenido que ser aclarados por los agentes en una labor no exenta de dificultades.

Por ejemplo, en las últimas fechas se ha podido saber que Diana no llegó a ponerse aquella noche los pantalones vaqueros, de determinada marca, que no aparecían en el armario de su habitación y que ahora han sido localizados en otras dependencias.

Por lo tanto, a estas alturas no se tiene la certeza de cómo iba vestida, ya que el short rosa del que tanto se ha hablado apareció encima de su cama.

Este dato avalaría para algunos que no volvió esa madrugada al chalet, pero la Guardia Civil insiste en que los tramos horarios son compatibles con que regresara y después volviera a salir.

El hecho de que los investigadores hayan podido centrar, con toda la minuciosidad que requiere el caso, a cinco individuos, supone que la resolución puede estar en algún dato que puedan ofrecer sus teléfonos al conectarse a los postes en el tramo que hay entre A Pobra de Caramiñal y Rianxo, unos 19 kilómetros, y los vehículos de su propiedad, coches o motos, o que utilizan habitualmente.

El teléfono de Diana se conectó con diversos postes en el tramo que va de la citada localidad hasta las proximidades de Rianxo, en el Viaducto de la Ria de Arousa. Se trata, subrayaron, de datos objetivos que indican la presencia de la joven o, al menos, de su iPhone, en esos puntos. Otras hicieron el mismo recorrido, a la misma hora que Diana; sus teléfonos también se conectaron a los postes... A partir de ahí, había que buscar más coincidencias, el testimonio de personas que hubieran podido ver a la desaparecida con tal o cual individuo, etcétera.

Todo ese trabajo está prácticamente realizado. Los investigadores de la Unidad de Policía Judicial y de la UCO analizan los datos minuciosamente y, como decía ayer mismo a LA RAZÓN uno de los responsables de las pesquisas, «daremos con la clave y resolveremos el caso».