Berlín

Colas en Berlín para comprar zapatillas Adidas que sirven como abono de transporte

Un par de estas zapatillas, que cuentan con una franja con el característico estampado de los asientos del transporte público berlinés, cuestan 180 euros, cuando el abono equivalente para este año supone 560 euros

El primer comprador de las nuevas zapatillas de Adidas EQT Support 93/Berlin, Steve Fischer, muestra su recién adquirido par en la tienda Overkill, en Berlín (Alemania)
El primer comprador de las nuevas zapatillas de Adidas EQT Support 93/Berlin, Steve Fischer, muestra su recién adquirido par en la tienda Overkill, en Berlín (Alemania)larazon

Un par de estas zapatillas, que cuentan con una franja con el característico estampado de los asientos del transporte público berlinés, cuestan 180 euros, cuando el abono equivalente para este año supone 560 euros.

Cientos de personas hicieron hoy cola en Berlín durante horas para hacerse con unas zapatillas de una edición limitada de Adidas en colaboración con el operador del transporte público de la capital alemana, que sirven como abono anual para el metro, el tranvía y el autobús.

Un par de zapatillas, que cuentan con una franja con el característico estampado de los asientos del transporte público berlinés, cuestan 180 euros, cuando el abono equivalente para este año supone 560 euros.

A la venta han salido 500 pares, según el Operador del Transporte Público de Berlín (BVG), y ya se han detectado anuncios en portales de internet que pretenden revender las zapatillas por 600 euros.

Según medios alemanes, a la una de la madrugada había frente a una de las dos tiendas que iban a comercializar este calzado, Overkill en el distrito de Kreuzberg, unas 550 personas, algunas de las cuales llevaban horas esperando a pesar de que los termómetros rozaban los cero grados.

La lluvia helada y la nieve que cayó sobre Berlín unas horas más tarde hizo que la cola se redujese y los "supervivientes", pasadas las seis de la mañana, fueron recompensados con un desayuno.

Algunos aseguraron haber esperado en la cola, gracias a mantas, tumbonas y tiendas de campañas, durante más de 24 horas.

EFE