Caridad

Cómo salir del círculo de la pobreza

Odaneysi López
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De aproximadamente 46,5 millones de españoles, 13 millones se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión, según el indicador AROPE (At-Risk of Poverty and Exclusion). Y los hijos de esos 13 millones, probablemente, correrán la misma suerte que sus padres, si se tiene en cuenta que la tasa de transmisión de la pobreza en la UE es del 70%. Pero ¿es posible romper el círculo y vencer el pesimismo de los Sex Pistol cuando cantaban «there is no future»?

«Siempre tienes de ejemplo a tus padres, si ellos malviven con un empleo precario te afecta, piensas que lo mismo te pasará a ti, tienes menos medios para todo, no tienes las mismas oportunidades para formarte». Quien habla es Odaneysi, una joven de 20 años emigrada hace 10 de República Dominicana y afincada con sus padres y hermanos en Carabanchel. Pese a la difícil situación que en algunas épocas ha atravesado su familia, ella lo tiene claro: «sí hay futuro». Se lo descubrieron desde la ONG Redes, una de las 426 entidades sociales que implementa en España el programa Caixa Proinfancia. Impulsado desde hace 10 años por la Obra Social La Caixa, este programa trabaja en red con distintas ONG para favorecer la inclusión social de los menores en vulnerabilidad a través de cinco ejes de acción: refuerzo educativo, ocio, apoyo educativo familiar, atención psicoterapeútica y promoción de la salud.

No obstante, la atención a la educación de estos chicos es la máxima que persiguen desde Caixa Proinfancia. De hecho, el apoyo escolar supone el 47% de sus ayudas. Porque sólo a través de la educación se consigue romper con la pobreza. Y porque además es un derecho fundamental al que deben acceder todos los niños por igual, para que puedan desarrollar todo su potencial y alcanzar sus sueños. Odaneysi ha sido una de las beneficiarias. En el colegio y después en el instituto recibió clases de refuerzo «y menos mal porque las integrales se me atravesaron», bromea. Gracias a esa ayuda, pero sobre todo a su afán y esfuerzo de superación, ha logrado terminar el Bachiller y empezar los estudios de Hostelería.

Como Odaneysi, otros 272.354 niños procedentes de 158.585 familias, se han beneficiado de este programa desde que se puso en marcha en 2007 en la Comunidad de Madrid. Si bien cada menor recibe una aportación económica –ronda los 850 euros, pero varía dependiendo de cada comunidad– la mayor parte de la inversión se destina a combatir el abandono escolar, porque saben que la pobreza y la falta de medios favorece que los menores dejen sus estudios. De hecho, el último informe de Save the Children puso de relieve que si la tasa general de abandono escolar se situó en 2015 en el 19,9%, en el caso de los jóvenes provenientes de familias en riesgo de exclusión la tasa fue del 30%.

En el acto conmemorativo que se celebró ayer por los 10 años del programa Caixa Proinfancia, el director general de la Fundación Bancaria La Caixa, Jaume Giró, recordó a todas las familias atendidas y puntualizó la necesidad de seguir trabajando en la misma línea. Sus resultados les avalan: han conseguido reducir drásticamente el abandono escolar temprano, del 30% al 6% en los niños que atiende y ha elevado la tasa de graduación en la Educación Secundaria: si la general es del 77,6%, la suya es del 81,1%. De ahí que su lema, en este X Aniversario sea «Yo seré lo que quiera ser».

Odaneysi López: «Es necesario que te echen una mano»

Odaneysi estuvo dos años sin ver a sus padres. Ellos emigraron en 2005 a España desde República Dominicana en busca de un futuro mejor. Cuando lograron asentarse, se trajeron a sus hijos y comenzaron una nueva vida en Carabanchel. Reconoce que le costó adaptarse a una nueva cultura y que de no ser por CaixaProinfancia quizá no hubiera terminado el Bachiller ni hubiera accedido al grado de Hostelería. Desde su propia experiencia y la de su entorno «puedo afirmar que la pobreza es hereditaria, muchos jóvenes de mi barrio se quedan estancados por la falta de oportunidades». «Es necesario afán de superación, pero también que te echen una mano», apunta.

Adrián Segovia: «Si te lo propones de verdad, puedes»

Adrián es el claro ejemplo de que si se quiere se puede. Y él lo ha querido con todas sus ganas. «Además de los problemas económicos de mi familia sufro un problema auditivo», y esa combinación «dificulta algo más las cosas». Por eso está agradecido al programa CaixaProinfancia, no sólo por la ayuda económica prestada, que le ha permitido acceder a la Universidad, sino porque le ha ayudado «a normalizar mi discapacidad y, sobre todo, a encontrar mi camino». «De pequeño me gustaba la naturaleza y en unos años seré biólogo, todo el mundo que se lo proponga puede estudiar y hacer lo que quiera».