Estreno

Drew Barrymore: «Las relaciones familiares son mi talón de Aquiles»

El chef Ramón Freixa junto a Drew Barrymore
El chef Ramón Freixa junto a Drew Barrymorelarazon

En la presentación de «Santa Clarita Diet», que estrenará la plataforma Netflix el próximo mes de febrero, la intérprete habló de sus temores.

Vestida rigurosamente de negro, adornando dos de sus dedos con sendos anillos dorados de una dimensión que podría provocar más de una herida si se decidiese pegar a alguien, y una sonrisa como credencial que nunca la abandonó durante el encuentro con la Prensa española. Así se presentó Drew Barrymore en su fugaz visita a España para presentar «Santa Clarita Diet», que Netflix estrenará en nuestro país el próximo 3 de febrero. La actriz, que tiene pocos remilgos interpretativos, se mete en la piel de una agente inmobiliaria cuya vida es lo más parecido a un encefalograma plano hasta que descubre una pulsión: es una zombi que necesita carne y vísceras humanas. Para ello, necesita materia prima –que no está precisamente en el supermercado–, por lo que se convierte en una asesina. Con esta realidad, que rompe una vida familiar del montón, su esposo e hija tendrán que estar muy pendientes de que no se eche algún vecino a la boca, después de ser troceado, y que no la descubran las autoridades.

Resurrección artística

«Me surgió este proyecto cuando estaba pasando un mal momento en mi vida, pero a veces estos instantes se convierten en una oportunidad para resucitar», comentó. Barrymore reconoció que necesitaba un revulsivo interpretativo ante su bajón anímico y lo encontró en «Santa Clarita Diet». «Estaba emocionada de volver a trabajar y mi personaje, Sheila, me revitalizó. Adelgacé nueve kilos durante el rodaje, me aclaré, volví a ponerme tacones y cambié de actitud», afirmó.

La ficción transita entre la comedia y la temática de zombies, algo que sedujo a la actriz, que subrayó que subrayó que lo que más le convenció de la producción es que «me reí muchísimo leyendo el guión».

No hay que desdeñar un aspecto de la serie que se convirtió en algo personal para ella: la relación entre una madre y sus hijos. Famosa desde su nacimiento, ya que pertenece a la saga de los Barrymore, en 2015 publicó sus memorias. En ellas cuenta que apenas tuvo relación con su progenitor y que dejó de hablar con su madre, Jaid, cuando tenía catorce años. «Ése es mi talón de Aquiles emocional», subrayó, «y en ‘‘Santa Clarita Diet’’ se abordan las relaciones entre los distintos miembros de una familia. Cuando realizábamos las lecturas del guión con mi hija en la ficción siempre perdía la compostura».

Una producción moderna

Sobre el trasvase de numerosos actores que han desarrollado su carrera en el cine, y que ya no le hacen ascos a aparecer en la pequeña pantalla, Barrymore sólo cree en los buenos proyectos, independientemente del soporte en el que se vean. Y no dudó en echarle piropos a Netflix, de la que afirma que comparte con ella, en calidad de productora y directora, su filosofía de contar historias que sean para todas las edades. «Me gustan las ficciones que puedan gustar a una abuela y a su nieta y que ambas sientan que es un producto moderno. Netflix lo ha conseguido».

Con la complicidad de Ramón Freixa, ganador de dos estrellas Michelin, la división española de la compañía le preparó un menú «gore» que asombró a la actriz. Éste consistía en un Red Campari on the rocks, un Bloddy Mary, una sopa de huesos de ternera con tropezones que simulaban ser unos ojos, una hamburguesa de carne cruda y salsa de fresa y un cerebro de coco con frambuesa. Barrymore se sorprendió con esta propuesta culinaria y reconoció que no es muy buena cocinera.