Eurovisión

El resultado de Eurovisión ya está cantado

Se llama Bing y es un algoritmo que vaticina a Rusia como ganadora del Festival. El segundo será Francia. ¿Acertará?

El representante francés, Amir, durante uno de los ensayos que ha tenido lugar esta semana en Estocolmo
El representante francés, Amir, durante uno de los ensayos que ha tenido lugar esta semana en Estocolmolarazon

Se llama Bing y es un algoritmo que vaticina a Rusia como ganadora del Festival. El segundo será Francia. ¿Acertará?

Apenas una década atrás, cuando Lordi ganó Eurovisión y Las Ketchup se bebieron a morros su Blodymary, la tecnología más importante estaba dentro del concurso. Hoy, las tornas y las ternas han cambiado. En breve, unos dos años, veremos una revolución. La calle se llenará de astrólogos, tarotistas y lectores de la borra del café que sacarán a pasear su desilusión y sus bolas de cristal. Despedidos de los espacios televisivos por una horda de algoritmos eficientes en sus aciertos y asépticos ante aquella estética de túnicas diseñadas por King África, peluquería Eduardo Manostijeras y dicción propia de quien intentó besar un enjambre de avispas.

Los algoritmos no son una secta de nuevo cuño, son a las matemáticas lo que las recetas a la cocina: una serie de instrucciones para llegar de un punto A a otro B. Los buscadores de internet los utilizan para recomendarnos publicidad y las redes para sugerirnos amigos según nuestra exploración por la red y nuestros contactos.

Pero también se utilizan para hacer predicciones. Por ejemplo, resultados políticos. En el Microsoft Prediction Lab han creado algoritmos para anticipar lo que iba a ocurrir en las últimas elecciones de EE UU. Así, gracias a los datos recopilados por su buscador Bing, acertaron 34 de los 35 senadores, el 90 por ciento de los miembros de la Cámara de Representantes y 33 de los 36 gobernadores elegidos. En deporte acertaron los resultados del pasado mundial de fútbol y en espectáculo, si bien no logran deducir el final de «Sálvame», sí tuvieron éxito en predecir el podio del pasado Eurovisión, dando por ganador a Måns Zelmerlöw de Suecia con su tema «Heroes», pero mezclando el segundo (Letonia) y el tercer lugar (Rusia). Y esta vez van a por más.

Carlos de la Puente, responsable de marketing Microsoft Europa, asegura en conversación telefónica con LA RAZÓN que el algoritmo utiliza dos tipos de datos, los que ellos llaman factuales (y podríamos traducir por objetivos), como la experiencia del artista, el peso del país en las votaciones, etc, y «el sentimiento social, las percepciones del público, que en este caso son muy determinantes. El sistema busca las veces que un artista es mencionado, rastreado en la web, citado en redes sociales o que se escucha su canción. Eso es parte del Big Data de Eurovisión. En teoría, un algoritmo es capaz de anticipar el resultado de cualquier evento. Sólo hay que ver qué variables influyen en él, otorgarles un orden de importancia y diseñar un modelo matemático que combine los datos».

Pocas posibilidades

Entonces, ¿quién ganará? Por ahora y por mucha diferencia, todo indica que el vodka pesa más que el anís de Chinchón, o lo que es lo mismo, de acuerdo con las predicciones de Bing, Serguéi Lavarev, de Rusia, tiene una posibilidad de éxito de un 23,1 por ciento, mientras que Barei con su «Say Yai!» apenas llega a un 0,8 por ciento de probabilidades de llevarse el triunfo. En el podio estarían el francés Amir como segundo favorito, con un 12,7 por ciento, y el cantante local, el sueco Frans, sería medalla de bronce con un 12,1. Italia, Armenia y Ucrania se pelean por los diplomas. Para ver si los pronósticos cambian, se puede acceder al buscador Bing.com y buscar Eurovisión. Pero parece que el ganador ya está cantado.